sábado, 1 de diciembre de 2012

Cambios para el bien de pocos

Cambios para el bien de pocos

Jueves, 29 de Noviembre de 2012 14:01

Escrito por Rogelio Fabio Hurtado



sCuba actualidad; Marianao, La Habana, (PD) La burocracia dominante por

fin se ha resignado a entregar algunas parcelas de su estéril monopolio:

a partir del año que viene, los establecimientos de servicios de

gastronomía, hasta hoy estatales, pasarán a ser administrados por sus

empleados en calidad de arrendatarios.



A primera vista, parece la rectificación de aquel descomunal error

celebrado como la ofensiva revolucionaria de 1968. Sin embargo, bien

mirado, ese juicio peca de superficial, pues según lo anunciado, la

medida no significará un vuelco total, pues preserva a las respectivas

empresas burocráticas, para que puedan controlar provechosamente las

gestiones comerciales.



El Estado comienza por ahorrarse los salarios del personal, pues en lo

adelante será este quien deberá tributarle dinero contante y sonante, a

cambio prácticamente de nada. También borra de su contabilidad los

costos de agua, electricidad y mantenimiento de los locales. Además, la

magnitud del desfalco habitualmente practicado, recaerá ahora sobre los

flamantes dueños.



Vale subrayar que estos servicios serán cobrados según la tarifa vigente

para las residencias particulares, aunque quede bien aclarado que los

locales seguirán siendo propiedad estatal.



Por si fuera poco, los almacenes mayoristas le venderán a estos

establecimientos su mercancía "a precios minoristas, con un ligero

descuento" de modo que el financiamiento de la imprescindible ganancia

correrá por los consumidores, hasta ahora maltratados por las

insuficiencias socialistas, relativamente baratas. Ahora, podrán

disfrutar de lo peor de cada sistema: persistirá el trato torpe y la

limitada oferta, solo que ahora tendrá que pagarla a precios de mercado.



El escueto texto publicado no da respuesta a casi nada, excepto a la

prohibición de subarrendar. Tampoco aclara respecto a la competencia de

estos centros con los de los cuentapropistas ya establecidos. Las

relaciones entre los colectivos de trabajadores tampoco se delimitan.

Simplemente, las unidades comerciales que antes pertenecían a

determinada empresa, ahora no podrán esperar ninguna ayuda, aunque deban

seguir atados a ellas.



Dudo mucho que esta modalidad de la propiedad obrera haya sido prevista

por ninguno de los autores clásicos del marxismo. Al modelo aplicado por

el mariscal Tito en Yugoslavia, los estalinistas lo tildaron de

revisionista, alentador del surgimiento de una aristocracia dentro de la

clase obrera. El actual modelo chino depende de las más amplias

conexiones con el capital extranjero y no de exprimirle los kilos al

mini-negocio.



Esta forma de proceder, donde el Estado se asegura de entrada todas las

ventajas y le impone al ciudadano deseoso de escapar a la miseria

gabelas de garrotero, francamente recuerda los sistemas de protección

ideados por las mafias de antaño.arrenda



¿Quiénes serán los escasos beneficiados? Supongo que quienes resulten

premiados por la piñata para hacerse con los títulos de administradores,

personas con impecables historiales de conducta marxista-leninista, a

quienes ahora se les impondrá la desagradable tarea de enriquecerse

mediante el lucro capitalista, a condición de que no dejen de aplaudir.



Tan pronto empiece a funcionar se evidenciarán los síntomas de

empantanamiento. Entonces, los generales al mando tendrán que morderse

las lenguas y darle luz verde al inevitable capitalismo contemporáneo,

por mucho que eso disguste a los fracasados estalinistas. Ya lo veremos.



Para Cuba actualidad: rhur46@yahoo.com"

http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/117-politica/5894-cambios-para-el-bien-de-pocos.html

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