Reformas económicas
Planificar menos y dar más espacio al mercado libre
Elías Amor
Valencia 04-12-2012 - 5:06 pm.
¿Es el anuncio de 'extender el mercado mayorista' a 'personas jurídicas'
un primer paso en la dirección correcta, o se trata de otra burla castrista?
Como viene siendo habitual en estas fechas, el pasado viernes, durante
la última reunión del Consejo de Ministros, se analizó la ejecución de
la economía cubana durante 2012.
Y la conclusión es que no funciona bien. Se trata de un punto valorado
de forma objetiva por economistas y analistas, y que en el Consejo de
Ministros también se tuvo en cuenta; hablamos de una economía que se
sostiene por un modelo distinto al que impera en el resto de países del
mundo, y que carece, por tanto, de cualquier referencia internacional de
contraste. Ni siquiera Corea del Norte sirve para realizar un análisis
comparativo del estado de postración de la economía castrista.
Y lo más grave es que, desde hace años, las autoridades se empeñan en
utilizar la economía, su medición y evaluación, como un discurso más de
la propaganda oficial, evitando un análisis objetivo y profesional de
los distintos indicadores disponibles, ciertamente escasos si se atiende
a la base de datos que contiene la Oficina Nacional de Estadística.
Prácticamente, no se dispone de indicadores para el análisis de la
coyuntura económica a medio plazo, y la mayoría de informaciones
utilizan metodologías de medición que han recibido duras críticas de los
organismos internacionales.
Al margen de América Latina
No es extraño, en tales condiciones, que el vicepresidente del Consejo
de Ministros, Adel Yzquierdo Rodríguez, considere que la economía
castrista "ha mantenido un comportamiento favorable durante el presente
año", y lo atribuya "a la continuidad del esfuerzo que realiza el país
para atenuar las dificultades derivadas de la crisis económica mundial,
del bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos, el
incremento del precio de los alimentos en el mercado internacional, así
como de las propias insuficiencias del modelo económico cubano".
De todo ello, no podemos menos que estar de acuerdo con el último punto,
que hace referencia a las "insuficiencias del modelo económico cubano".
La crisis económica mundial ha pasado de largo, al menos en sus efectos
negativos, sobre América Latina, región en la que la economía castrista
debería estar más integrada, en lugar de abordar complejas operaciones
de integración, como el ALBA, cuyos resultados han sido cuestionados.
Durante 2012, América Latina ha sido, con diferencia, una de las zonas
del mundo con mayores niveles de crecimiento económico. Cuba, en cambio,
ha vuelto al quedar al margen de ese proceso.
El argumento del "bloqueo" ya no se sostiene, máxime cuando se analiza
la notable variedad y diversidad de bienes que se comercializan en las
tiendas en divisas de toda la Isla, así como la inyección masiva de
dólares en forma de remesas, las transacciones entre familias, los
viajes de turistas cubanoamericanos, etc. El bloqueo interno sí que es
grave, y hay que atender rápidamente a su superación.
3,1% = 3,4%
Los aumentos de precios de alimentos a nivel internacional han afectado
solo a aquellos países que necesitan importar lo que son incapaces de
producir por su ineficiencia o improductividad agrícola y alimentaria,
como es el caso de la economía castrista. Una economía que en los años
50 prácticamente generaba todo tipo de bienes y productos agrícolas,
ahora debe importar cereales y carne para afrontar hambrunas cíclicas de
la población.
La entrega de tierras no ha servido para estimular la producción
agraria, y la superación del modelo intervencionista estatal en la
agricultura, no parece estar en la agenda de los llamados
"Lineamientos". Nada cabe esperar de estas reformas, salvo que la
economía castrista deberá seguir importando alimentos y pagando precios
elevados, lo que podría superar con una adecuada política agrícola, como
hizo Vietnam hace veinte años.
Por lo tanto, que la economía castrista se haya quedado en un 3,1% de
crecimiento del PIB en vez del 3,4% planificado, es irrelevante, porque
las autoridades no se plantean las decisiones adecuadas para evitar ese
nuevo fracaso.
La razón no es otra que la excesiva confianza en el "Plan de la Economía
para el próximo año". Medio siglo de planificación económica e
ideológica, no es la mejor receta para afrontar los retos de los años
venideros. Un plan que siempre se basa en lo mismo, "la integralidad del
equilibrio monetario y financiero", lo que no se comprende muy bien qué
significa ni para qué se puede utilizar, o "la concentración de las
compras externas", cuando lo que se está atacando es precisamente el
"bloqueo".
Mercado mayorista
Sin embargo, existe un tercer aspecto en el Plan que, de llevarse a
término, sí que puede cambiar el actual statu quo de ineficiencia
castrista. Me refiero a la "extensión del mercado mayorista".
No se ha esbozado en profundidad lo que se pretende con "la
reestructuración inicial del mercado mayorista", pero algunas novedades
son destacadas.
La nota de Granma informa que "entre otras cuestiones se prevé que la
comercialización mayorista pueda realizarse por personas jurídicas y
naturales". ¿Aparece el intermediario en la economía castrista? ¿El gran
enemigo de aquellos revolucionarios que condenaron a la destrucción y al
ostracismo a empresarios que se dedicaban de forma honrada a esta
actividad, fundamental para una economía? ¿Qué clase de burla es ésta?
¿Se encuentra tan desesperada la economía castrista que renuncia a uno
de los postulados ideológicos que trasladaron como estandartes del nuevo
orden social, hace más de 50 años?
Leyendo el anuncio de Murillo, no se puede menos que recordar a muchos
de aquellos ciudadanos que fueron confiscados en sus propiedades y
negocios, apartados para siempre de lo que había sido su vida en Cuba
por la ideología estalinista. Personas que, de forma honrada y con gran
esfuerzo vital, consiguieron una mejora de sus haciendas y patrimonios,
con los que esperaban, en muchos casos, tener una vejez tranquila
después de años de trabajo y ahorro. Sinceramente, no se puede menos que
mostrar sorpresa por el giro que anuncia Murillo en el Plan hacia la
autorización del mercado mayorista en Cuba por primera vez en más de
medio siglo.
Hora es que se percaten de que el Estado jamás podrá superar a las
personas naturales y jurídicas en la actividad de intermediación
mayorista, sobre todo de productos agrícolas. La liberalización
anunciada, siendo positiva, aún deja espacios de oscuridad y
manipulación, ya que aun cuando "los productores podrán vender a precios
de oferta y demanda las producciones y servicios excedentes", primero
tendrán que "cumplir los compromisos previstos dentro del Plan". Y ahí
es donde la arbitrariedad comunista, fijando precios mínimos o
retrasando pagos, actúa como un factor de desequilibrio entre el juego
libre y transparente de oferta y demanda, que tanto necesita la economía
castrista para regresar a la normalidad.
De momento es un primer paso. No es la solución definitiva, pero de la
misma forma que siempre que se cometen errores hay que denunciarlos,
esta medida, de ejecutarse correctamente, puede suponer el nacimiento de
un mercado agrícola con intermediarios que obtengan beneficios de una
actividad legítima, hasta ahora relegada al Estado, proscrita para los
privados. Es un buen comienzo. Ojalá que se convierta en mejoras para
todos los cubanos.
http://www.diariodecuba.com/cuba/14297-planificar-menos-y-dar-mas-espacio-al-mercado-libre
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