domingo, 9 de febrero de 2014

El Estado proxeneta

El Estado proxeneta

CARLOS ALBERTO MONTANER | Miami | 1 Feb 2014 - 3:10 am.



El modelo creado por los Castro es el Estado proxeneta. Se han

especializado en la extorsión de sus propios ciudadanos o de los aliados.



Los 33 presidentes y dignatarios que visitaron La Habana se quedaron

maravillados. Ninguno sabía cómo, aunque fuera muy precariamente, con

los edificios en ruina y al filo de la catástrofe, Cuba conseguía

sostenerse. Acaso con la excepción de Nicolás Maduro, que tiene dotes de

vidente y un diálogo permanente con los pájaros, lo que lo mantiene

plenamente informado.



Ninguno ignoraba que la bicentenaria industria azucarera había sido

liquidada y desguazada por la incapacidad feroz de la dirigencia. Todos

conocían que las marcas de tabaco y rones fueron vendidas a

multinacionales europeas hace mucho tiempo. Era evidente que la flota

pesquera no existía desde los años noventa. No obstante, la Isla, a

trancas y barrancas, importaba el 80% de todos los insumos que esa

sociedad necesita, incluidos los alimentos, la medicina y una parte

sustancial de la energía.



¿Cómo lo hacía? ¿Dónde estaba el truco? ¿De dónde sacaba la plata?



Se lo escuché por primera vez a un diplomático europeo que había vivido

en Cuba. Luego se ha popularizado. El modelo creado por los Castro es el

Estado proxeneta. El proxenetismo es una conducta delictiva que consiste

en obtener beneficios de otra persona a la que se obliga a trabajar

mediante coacciones o el suministro de protección. Generalmente se

aplica a la prostitución, pero no solo a ella. Familiarmente también se

le conoce como "chulería".



Es una denominación incómoda, pero ajustada a la realidad que circula en

voz baja entre los cubanos de la Isla. El Gobierno se ha especializado

en la extorsión de sus propios ciudadanos o de los aliados a los que les

brinda servicios de espionaje y control social, sus dos únicas

especialidades o "ventajas comparativas", como suelen decir en la jerga

económica. Cincuenta y cinco años después de implantada la dictadura,

casi todas las fuentes significativas de ingreso que sostienen al país

provienen de oscuros negocios realizados en el exterior.



- El subsidio venezolano: Calculado en 13.000 millones de dólares

anuales por el profesor Carmelo Mesa-Lago, decano de los economistas

cubanos en esta materia. Eso incluye más de 100.000 barriles diarios de

petróleo, de los cuales la mitad se reexportan y venden en España. Otros

30.000 parece que van a Petro Caribe y da origen a una doble corrupción

de apoyo político y enriquecimiento ilícito. La fuente pública de esta

información es el experto Pedro Mantellini, uno de los grandes

conocedores del tema petrolero venezolano. Lo explicó en Miami en el

programa de María Elvira Salazar en CNN Latino. Caracas compra

influencia internacional a base de petróleo, pero comparte con sus

cómplices cubanos la gestión de esas dádivas. Cuba, al fin y al cabo, es

la metrópolis.

- La trata de médicos y personal sanitario: Alcanza la cifra de 7.500

millones de dólares anuales. La especialista María Werlau, directora de

Cuba Archive, ha descrito la actividad en The Miami Herald. El Gobierno

cubano alquila y cobra por el arrendamiento de sus profesionales de la

salud. Les confisca a sus "protegidos" el 95% de los salarios. Angola

paga hasta 60.000 dólares anuales por cada facultativo. Ni siquiera la

ayuda a Haití se escapa de este esquema de solidaridad tarifada. Los

servicios prestados en el devastado país se lo abonan a buen precio a La

Habana los organismos internacionales. Brasil, que paga por muchos

servicios, es el último gran socio de Cuba en esta oscura actividad del

proxenetismo sanitario internacional. Dilma no quiere tanto beneficiar a

sus pobres, como a sus amigos cubanos. Raúl, además, tiene un gran

dominio del oficio. Es una práctica conocida por los negreros cubanos

desde el siglo XIX. Mientras duró la esclavitud (hasta 1886) los amos

solían arrendar a sus esclavos cuando no los necesitaban. La zona más

rentable del negocio de "alquilar negros" eran las pobres muchachas que

entregaban a los burdeles. Sus amos cobraban por los servicios que ellas

prestaban. Eran empresarios-proxenetas. Ahora, simplemente, se trata de

un estado-proxeneta.

- Otros alquileres, otros negocios: Pero ahí no termina la explotación.

El Gobierno cubano les arrienda otros profesionales a empresas privadas.

Los antiguos griegos se referían a los esclavos como "herramientas

parlantes". No creo que Raúl conozca a los clásicos, pero entiende

perfectamente el significado último de la expresión. Hay universidades

latinoamericanas o de habla portuguesa que contratan con el Gobierno

cubano los servicios de buenos profesores de matemáticas o física a

precios de saldo. Hay salas de fiesta y cabarets que contratan músicos o

teatros que se sirven de los bailarines cubanos, incluido el magnífico

ballet de Alicia Alonso. Existen compañías europeas y latinoamericanas

que explotan a técnicos en informática procedentes de la Isla. El

régimen de los Castro sabe que un cubano bien instruido es totalmente

improductivo dentro de Cuba, dado el demencial sistema económico de la

Isla, pero es una fuente potencial de riqueza una vez colocado en el

exterior. Objetivamente, ese Gobierno es una gigantesca e implacable

empresa de subcontratación laboral que viola todas las reglas de la

Organización Internacional del Trabajo (OIT). De eso y para eso vive.

- Las remesas de los exiliados: Emilio Morales, el gran conocedor del

tema, escapado de Cuba hace relativamente poco tiempo, sitúa esa fuente

de ingresos (2012) en algo más de 5.000 millones de dólares. La mitad,

grosso modo, es remitida en efectivo y el resto en mercancías. Crece al

ritmo del 13% anual. Cada vez que escapa un balsero, el régimen, de

dientes afuera, gime por la fuga, pero sabe que, al cabo de un tiempo,

fluyen los dólares hacia la necesitada familia dejaba en la Isla. En

Cuba, aunque fuera con mendrugos, había que alimentarlo. Una vez en el

exilio, es una fuente gratis y constante de recursos.

De ahí sale el dinero para pagar por las importaciones. ¿Hasta cuándo

podrá Raúl Castro sostener a una sociedad casi totalmente improductiva

mediante actividades que rondan o incurren directamente en el delito?

No se sabe. Los proxenetas suelen tener larga vida. Hay mucha gente que

se sirve de su intermediación para acceder a diversas formas de placer,

incluido el disfrute del poder.



Source: El Estado proxeneta | Diario de Cuba -

http://www.diariodecuba.com/cuba/1391220641_6939.html

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