lunes, 23 de junio de 2014

La economía castrista en el primer semestre de 2014

ECONOMÍA



Análisis: La economía castrista en el primer semestre de 2014

ELÍAS AMOR | Valencia | 23 Jun 2014 - 4:26 pm.



Se reduce el ritmo de crecimiento, se invierte menos en infraestructura

y se acentúa la dependencia energética de Venezuela.



Granma se ha hecho eco de una nueva reunión del Consejo de Ministros

castrista celebrada el pasado sábado 21, en la que se ha vuelto a

prestar atención a la evolución de la economía, y se presentó un balance

sobre la implementación de los llamados "Lineamientos". Raúl Castro no

las tiene todas consigo, cuando declara abiertamente, que "tenemos una

tarea gigantesca por delante, pero no podemos permitir que nos abrumen

los problemas, ni amedrentarnos ante ellos… Debemos ser optimistas

porque ese ha sido siempre el espíritu de la Revolución".



¿Tarea gigantesca, miedo a los problemas, optimismo revolucionario? Lo

cierto es que, para los economistas, que se utilicen frases de este tipo

para delimitar lo que es nuestro trabajo cotidiano, no deja de ser un

elogio. O tal vez, una forma como otra cualquiera de escurrir el bulto.

A ello me dedicaré en las próximas líneas.



Lo primero es la forma de medir el comportamiento de la economía. A

diferencia de otros países, en los que existen sistemas de medición de

la coyuntura económica que comprometen datos y cifras en determinadas

fechas, como muestra de la necesaria credibilidad de la política

económica, en Cuba tiene que ser Adel Yzquierdo quien haga referencia a

la marcha de la economía.



Y claro, poner esta tarea en manos del ministro de Economía, no hace más

que restar la credibilidad necesaria a la información. En ausencia de

entidades especializadas en la producción de informes de estadísticas

económicas a corto plazo, Yzquierdo presentó los datos del primer

semestre de la economía para señalar que "crece con relación al 2013

aunque no se alcanzan los niveles previstos en el Plan, lo cual induce

una desaceleración superior a la esperada".



Crece, ¿cuánto y cómo?



Al parecer un 0,6% en el semestre, lo que equivale a menos del 1,4%

anual, o dicho de otro modo, la economía crece a algo menos de la mitad

de lo que lo hacía un año antes, que era un 2,7%. La economía castrista

experimenta un menor crecimiento que viene arrastrado por el deficiente

comportamiento de la industria manufacturera, dominada por empresas

estatales controladas por el ejército y la Seguridad del Estado, que

sigue siendo un quebradero de cabeza para el régimen.



Por el contrario, Yzquierdo señaló que los mayores crecimientos se

registran en "el transporte, el almacenamiento y las comunicaciones, la

agricultura, la ganadería y la silvicultura, la industria azucarera, así

como los hoteles y restaurantes". No deja de ser curioso que el

dinamismo económico lo protagonicen aquellas actividades en las que se

ha producido una mayor participación de los agentes privados. Que tomen

buena nota.



¿Es un crecimiento sostenible, o por el contrario despilfarra recursos?



Las informaciones ofrecidas por Yzquierdo apuntan a que los indicadores

de producción, consumo, generación, importación y exportación de los

portadores energéticos han mostrado signos positivos, lo que indica la

creciente dependencia de la economía castrista del petróleo de

Venezuela, y los daños que una interrupción del suministro podría tener

sobre los débiles equilibrios internos. Otro sector que parece exhibir

buenos resultados es el del transporte, cuya dinámica positiva puede

continuar durante todo el año.



En cuanto a las inversiones, necesarias para recuperar el déficit de

infraestructuras del país, Yzquierdo afirmó que "se cumplen al cierre

del primer semestre, aunque está previsto concluir el año con un 95% del

plan", con lo que nuevamente quedarán por debajo de las previsiones, sin

aportar ese dinamismo que necesita la economía en la que el gasto

público superfluo sigue descontrolado.



Sin más inversiones, la economía no podrá alcanzar las dimensiones que

necesita para superar su atraso. Los problemas relacionados con la

"obtención de suministros de forma oportuna, el déficit de fuerza de

trabajo, la baja productividad y las insuficiencias en las

contrataciones y ejecución de los financiamientos externos" actúan como

un pesado lastre para la economía cuya solución va más allá de los

parches parciales adoptados en los "Lineamientos" y que apuntan a un

giro de 180º en la gestión económica.



Como viene siendo habitual en la retórica castrista, los fracasos vienen

producidos porque "no se logran los ingresos externos planificados; por

la existencia de condiciones climatológicas adversas; y las

insuficiencias internas que continúa enfrentando nuestra economía",

señala Yzquierdo, "todo esto en el marco de una compleja situación

internacional y un recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y

financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos".



Y poco más. Los mismos problemas de siempre.



El eterno "déficit en determinados productos demandados por la

población", provocado por atrasos en las importaciones, tanto de

productos terminados como de materias primas para la producción

nacional, o las llamadas "inejecuciones de gastos que alcanzan un 97,8

%, y que vienen producidas por los incumplimientos en la esfera

productiva". Lo cierto es que tras más de 55 años de control absoluto de

la economía y de imperio de una planificación central, los problemas de

desabastecimiento y de inejecuciones han pasado a ser estructurales, y

aun cuando las autoridades reconocen que "no resultan favorables para la

economía y se expresan en déficit temporales de productos, con la

necesidad de mayores niveles de importación" continúan produciéndose de

forma reiterada, sin que nadie ponga solución a los mismos.



La economía castrista se queda atrás. Pierde fuelle. Reduce sus ritmos

de crecimiento respecto del año anterior, invierte menos en

infraestructura y acentúa la dependencia de la energía procedente de

Venezuela. Las autoridades asisten complacidas a un escenario que puede

acabar planteando serias dificultades, conforme la economía de América

Latina continúe reduciendo sus ritmos de crecimiento, haciendo inviables

los planes de apertura al exterior.



No se acierta con las políticas, porque sigue faltando un diagnóstico

económico real, que retrate problemas que tienen su origen en la

confiscación de los derechos de propiedad de los años 60 y la exclusión

de los cubanos de la riqueza productiva del país.



Sin un retorno a un marco estable y protegido para el ejercicio de la

propiedad privada, la actualización del socialismo será papel mojado.

Existe espacio para las reformas que no se ha explorado aún por las

autoridades. Lamentablemente, cuando lo hagan, porque no les quedará más

remedio, será muy tarde. Ojalá reaccionen.



Source: Análisis: La economía castrista en el primer semestre de 2014 |

Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1403533595_9184.html

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