18/02/2007 JAIME Loring
Más allá de lo que un viajero que visita Cuba puede apreciar con sus
ojos, o escuchar en conversaciones ocasionales, merece la pena conocer
algunos datos sobre la economía cubana, y sobre algunos índices sociales
sobre la vida de la población. En Cuba la economía y la sociología no se
pueden analizar por separado. Es un Estado donde las decisiones
políticas se toman a partir de objetivos predominantemente sociales y
políticos, por encima de los estrictamente económicos. Es por esto que
economía y sociología en Cuba son inseparables. En España de vez en
cuando los partidos políticos se acusan unos a otros de tomar decisiones
por motivos electoralistas. Según se dice de vez en cuando, algunas
inversiones públicas, algunas medidas que se piensa son atractivas para
la población, se acometen no tanto por la necesidad objetiva de la
inversión, o de la medida en cuestión, sino con la finalidad de atraerse
la benevolencia del votante. Esto es lo que suele llamarse política
"populista". En Cuba toda la política económica es populista, con la
particularidad de que lo que le conviene a la población, lo que la
población debe tener a su alcance, o lo que debe evitarse porque le
perjudica, no lo decide la población misma, sino los dirigentes que
administran el Estado.
Lo que podamos saber de la situación económica y social de Cuba lo hemos
de deducir de las estadísticas económicas y sociológicas disponibles.
Esta investigación no es fácil. Existe una ausencia general de
estadísticas oficiales en Cuba, y los datos provenientes de diferentes
fuentes son a veces contradictorios. Por otra parte el método cubano de
cálculo del PIB complica los análisis de las estadísticas. Las
autoridades cubanas valoran los servicios públicos al valor del mercado,
y no al costo. En virtud de este método el crecimiento del PIB en el año
2005 se estimó en el 11,8%, mientras que según el método aceptado en el
resto del mundo hubiera sido el 5,5%. Este crecimiento ha sido
progresivo en los últimos años: 1,5% en 2002, 2,9% en 2003, 4% en 2004,
y finalmente 5,5% en 2005.
Este crecimiento que casi se ha cuadruplicado en tres años ha mejorado
ligeramente el nivel de vida de la población. En La Habana se pueden ver
colas para entrar a comprar en tiendas que venden en divisas, han
desaparecidos los famosos apagones que dejaban a la población sin
suministro eléctrico durante horas, entre personas de un nivel
profesional medio se ha generalizado el teléfono móvil y el ordenador
portátil. Esto hace cuatro años era impensable. Los salarios siguen
siendo insignificantes, pero de hecho han aumentado.
Esta mejora de la economía, indudable a nivel macroeconómico, solo
ligeramente perceptible a nivel del ciudadano individual, está sostenida
por soportes del exterior. Las partidas más significativas de las
exportaciones de Cuba, que ascienden a 8.300 millones de USA, están
constituidas por: turismo (31,5%), exportación de servicios médicos
(27,5%), níquel (13,0%), remesas familiares (11,8%). La cifra de
exportaciones ha ido aumentando en los últimos tres años, de forma que
la balanza de pagos que en 2002 fue de 102 millones de dólares en 2005
llegó a los 300 millones.
Los acuerdos comerciales con Venezuela han jugado un papel decisivo. Se
estima en unos 23 mil los médicos cubanos que están prestando servicios
en Venezuela, y por otra parte Venezuela provee de petróleo a Cuba a
precios preferenciales y en condiciones financieras ventajosas. El
precio por barril se estima entre 28 y 32 dólares por barril. De este
importe el 60% se amortizará con facilidades de pago a 25 años, con un
interés del 1%. Los servicios médicos vendidos a Venezuela cubren
sobradamente la factura del petróleo.
Es así como Cuba ofrece la imagen de un Estado rico, y un ciudadano
pobre. Ciudadano pobre porque vive con escasez, pero no miserablemente.
En Cuba se aprecia escasez en la población, pero no la extrema pobreza
que hiere la vista en los barrios populares de muchas ciudades de
Latinoamérica. El Estado cubano provee a la población de servicios de
salud, de educación, electricidad, teléfono, una parte de la
alimentación, transporte, a unos precios muy inferiores a su costo. Los
salarios son muy bajos, pero estos servicios son extremadamente baratos.
Insuficientes para llevar una vida desahogada, pero permiten vivir con
alguna dignidad.
Si en algún momento se levantase el bloqueo USA, y se permitiese el
turismo a los estadounidenses, y dentro del propio país se
flexibilizaran las rígidas medidas de control estatal de la economía,
Cuba pudiera alcanzar un desarrollo muy importante.
* Profesor jesuita
http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=301744
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