'El gobierno cubano no ha demostrado que se abstendrá de usar la fuerza
de forma irresponsable y excesiva (…) contra barcos o aviones
estadounidenses', dijo Bush en un decreto.
Agencias
martes 27 de febrero de 2007 14:24:00
El presidente estadounidense, George W. Bush, prorrogó este lunes las
restricciones a los viajes de barcos desde territorio estadounidense a
Cuba, argumentando que el gobierno de La Habana podría usar la fuerza
"de forma irresponsable" contra las naves, informó EFE.
La aplicación de las restricciones vencía este lunes, pero Bush la
extendió con la publicación de un decreto presidencial y su comunicación
al Congreso.
La orden fue impuesta originalmente el 1 de marzo de 1996 por el
entonces presidente Bill Clinton, en respuesta al derribo unos días
antes de dos avionetas de la organización de exiliados Hermanos al
Rescate por parte de aviones del Ejército cubano "en espacio aéreo
internacional", según se indicó.
En el incidente murieron los cuatro tripulantes de las avionetas derribadas.
El decreto presidencial de Bush afirma que desde entonces "el gobierno
cubano no ha demostrado que se abstendrá de usar la fuerza de forma
irresponsable y excesiva en el futuro contra barcos o aviones
estadounidenses que puedan participar en actividades ceremoniales o de
protesta pacífica al norte de Cuba".
Por ello, se prorroga la llamada "declaración de emergencia nacional",
que ya Bush había endurecido con una orden emitida hace dos años.
La declaración dio poderes adicionales al gobierno federal para impedir
"la salida no autorizada de buques con destino a Cuba".
Para cumplir con su cometido, los agentes federales obtuvieron la
autorización para inspeccionar cualquier barco que esté en aguas
territoriales de Estados Unidos e incluso tomar "posesión y control
total" de la nave.
Además, el secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, cuenta
con la potestad de regular el anclaje y movimiento de cualquier barco
que pueda usarse "para viajar a aguas territoriales de Cuba y que pueda
crear condiciones inseguras o resulte en transacciones no autorizadas".
En la orden del 26 de febrero de 2004, Bush señaló que el movimiento no
autorizado de buques entre los dos países podría generar beneficios
económicos para La Habana.
En el decreto emitido este lunes, el presidente argumentó que la
ampliación de las restricciones en 2004 se debió a que el gobierno
cubano habría tomado medidas para "desestabilizar las relaciones con
Estados Unidos, incluyendo amenazar con el rechazo de los acuerdos
migratorios con Estados Unidos y cerrar la Sección de Intereses" de
Washington en la Isla.
Además, recordó que los gobernantes cubanos han señalado repetidamente
que Estados Unidos pretende invadir Cuba, "pese a los desmentidos
explícitos" del gobierno norteamericano.
Bush ha prorrogado las restricciones en momentos en que el Congreso de
Estados Unidos, dominado por los demócratas desde enero, analiza algunos
proyectos de ley para suavizar el embargo contra la Isla, entre ellos,
una propuesta para eliminar las restricciones a los viajes.
La administración de Bush ha respondido con una campaña, encabezada por
el secretario de Comercio, el cubanoamericano Carlos Gutiérrez, para
defender las sanciones económicas y descartar cualquier diálogo con Raúl
Castro, en quien su hermano Fidel delegó el poder provisionalmente por
una grave crisis de salud.
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