lunes, 28 de octubre de 2013

Incomunicados en Boca Ciega

Incomunicados en Boca Ciega

Lunes, Octubre 28, 2013 | Por Reinaldo Emilio Cosano Alén



GUANABO, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Tarará, Mégano, Santa María del

Mar, Boca Ciega, Guanabo, Brisas del Mar y otros eslabones de la cadena

de playas naturales al noreste de La Habana perdieron su tradicional

puente de madera que las enlazaba, desmontado por el gobierno hace tres

años para supuestas reparaciones pero nada parece revelar que será

reinstalado.



"No se acordaron de dejar unos tablones con pasamanos para quienes

necesitamos ir a trabajar diariamente y pasar de una orilla a otra",

comentó una camarera del hotel Atlántico.



No solo esa empleada. Gastronómicos, constructores, custodios,

salvavidas, tenderos, parqueadores y otros muchos trabajadores precisan

del puente para trasladarse y cumplir sus labores. La pérdida

patrimonial conlleva perjuicios económicos a la ciudadanía y al país.



"Si algún posible cliente nos solicita una carrera más allá del río no

podemos llevarlo. Eso lo disgusta y a nosotros perjudica la economía

familiar. Es dinero que dejamos de obtener honestamente mientras el

gobierno nos atiborra con altos impuestos. Muchos transportistas apenas

ganamos para comer, especialmente en invierno, época baja del turismo

nacional", expresa Joaquín, un cochero, quien habla por sus colegas

cocheros, taxistas y bici taxistas.



Hay empleados que por no faltar al trabajo, o no llegar tarde, toman un

taxi –si el taxista acepta desviarse de ruta- lo que representa una

sangría al salario del afligido cliente, además de invertir precioso

tiempo. Atravesar los cincuenta metros de río obliga a meterse en el

agua (si la marea no está crecida y no hay resaca) o dar un rodeo entre

diez y quince kilómetros a través de la carretera rápida Vía Blanca,

razón que antaño justificó la construcción del puente patrimonial,

negligentemente abandonado, urgido de reparación capital hace décadas.



La incomunicación causa disgusto general por tantas molestias a turistas

nacionales y extranjeros, residentes, trabajadores que necesitan de la

pasarela que conectaba las playas e imprimía sello turístico único al

entorno tropical. Turistas extranjeros se quejan por no poder recorrer a

pie o en bicicleta, como antes, la sucesión de playas si no es mojándose

en el río. Se acabaron las zambullidas desde el puente.



El tránsito de ómnibus públicos, camiones y vehículos pesados por el

Puente de Boca Ciega quedó prohibido hace veinte años para evitar que

los pilotes se resintieran. Después -siempre a la espera de

reconstrucción- quedó vedado el tránsito a vehículos ligeros. Pero nadie

imaginó que por inoperancia del régimen se llegara al extremo de

derrumbar tan útil pasarela.



Restos de pilares emergentes del río, traviesas y tablones removidos y

colocados en su orilla parecen fantasmales figuras representativas del

Acta de Defunción del puente de Boca Ciega. El gobierno vira la cara a

otro lado para no ver la desgracia ciudadana.



El río Itabo atraviesa la playa para desembocar en el mar. Las olas y

arenas del océano Atlántico actúan como tapón represándolo, paso que era

salvando por el desaparecido puente entre las inmediatas playas Santa

María del Mar y Boca Ciega, arenales últimos que tomó su nombre del río

cegado por el mar.



Source: Incomunicados en Boca Ciega | Cubanet -

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