sábado, 5 de abril de 2014

Invertir en Cuba es un enorme riesgo

Invertir en Cuba es un enorme riesgo

Invertir en la Cuba comunista no es fácil y los riesgos son grandes. Así

que inviertan los que se la quieren jugar.

Guillermo I. Martínez

abril 04, 2014



Para invertir en un país extranjero los inversionistas buscan garantías

mínimas. Chile es un buen ejemplo de un país donde las inversiones

extranjeras fluyen con facilidad ya que los gobiernos chilenos le

garantizan la seguridad de sus inversiones y la posibilidad de repatriar

sus ganancias sin muchas trabas.



Ahora Cuba busca algo parecido. El único problema es poder demostrar que

el gobierno comunista en la isla esta vez si está comprometido a cumplir

con esa reglas básicas que exigen las empresas extranjeras.



En Chile, por ejemplo, el gobierno no exige ser el accionista

mayoritario en as inversiones extranjeras. Chile tampoco demanda que los

empleados contratados sean aquellos que pertenecen a una organización

gubernamental.



Cuba no entiende esas sutilezas. El gobierno de Raúl Castro cree que

invertir en el paraíso comunista es un privilegio y que las empresas – o

mejor dicho en este caso los exiliados – van a disputarse la oportunidad

de invertir en su país natal.



No nos equivoquemos. A pesar que el un país donde históricamente las

garantías gubernamentales valen poco, el gobierno de Cuba entiende que

la nueva ley va a eliminar todas las dudas que tienen los inversionistas.



Esta vez, al igual que dijeron en 1995, el gobierno de Cuba permitiría

una inversión extranjera del 100% del negocio, siempre y cuando el

gobierno lo apruebe y que los inversionistas accedan a permitir que una

agencia del estado diga a quien puede contratar y a quien puede despedir.



Además dejan ver en forma muy clara que prefieren las inversiones en las

cuales Cuba tenga el 51% de las acciones y el que pone el dinero sólo

tenga una minoría del mismo – el 49%. Para incentivar este tipo de

inversiones Cuba dice que los impuestos en las empresas mixtas serían

del 15% mientras que el de las empresas extranjeras sin sociedad con el

gobierno tendrían que pagar el 30% de impuestos. La realidad es que

aunque Cuba hable bonito, los riesgos en la isla siguen siendo muy grandes.



De acuerdo a artículos publicados en mayo del 2013 en diversas

publicaciones, inversionistas canadienses y británicos arrestados en el

2011 y acusados de corrupción iban a ser juzgados.



Sarkis Yacoubian, un hombre de negocios canadiense, fue arrestado en el

2011, sentenciado a nueve años de cárcel por corrupción en abril del

2013 y puesto en libertad el 31 de marzo de este año – dos días después

que Cuba aprobara la nueva ley de inversiones extranjeras.



Por supuesto que su puesta el libertad el lunes de esta semana fue pura

casualidad. Casualidad que yo no me creo. El no es el único. Cy

Tokmakjian, canadiense de 73 años, lleva más de dos años preso en la

cárcel de La Condesa. Todavía no lo han llevado a juicio ni le han

notificado de que lo acusan.



Hay otros. En Cuba las cosas son así de arbitrarias.



Y esas son las condiciones prevalecientes ahora que Cuba quiere abrir el

país a inversionistas extranjeros y aunque lo niegue; si son exiliados

mejor.

Cuba ahora promete que no van a haber nuevas expropiaciones, como las

que tuvieron lugar en los primeros años de la revolución. Eso sólo lo

permitirían si el gobierno determina que el bienestar social o del

pueblo requiere que lo hagan. O sea, que los negocios siempre pueden ser

expropiados a discreción del gobierno. Y la paga por los mismos, ¿quién

lo determina? Pues por supuesto que el arbitro es el mismo gobierno.



El Ministro de Comercio Exterior e Inversiones, Rodrigo Malmierca, dijo

la semana pasada que Cuba no buscaba – ni prohibía la inversión de los

exiliados.



Pero no hay duda que el gobierno cubano está consciente que la comunidad

cubana en el exterior manda 2 mil 400 millones de dólares en remesas a

sus familiares y otra cantidad similar en viajes a la isla.



Entonces, tiene sentido que ellos busquen la forma de conseguir que los

exiliados sean los principales inversionistas. Ellos cuentan con que los

exiliados olviden las expropiaciones del pasado, ignoren los abusos de

los derechos humanos, y crean en las leyes promulgadas a como les de la

gana al gobierno.



Al igual que en 1995, no creo que los exiliados se dejen engañar por una

ley propuesta y aprobada por la Asamblea Nacional en menos de una

semana, porque de la misma forma que hoy pasaron una ley permitiendo

inversiones extranjeras, mañana dicen que les duele una muela y cambian

de parecer.

Invertir en la Cuba comunista no es fácil y los riesgos son grandes. Así

que inviertan los que se la quieren jugar. No es cosa fácil para los que

quieran garantías creíbles.



Guillermo I. Martínez reside en el sur de la Florida. Su dirección

electrónica es: Guimar123@gmail.com



Source: Invertir en Cuba es un enorme riesgo -

http://www.martinoticias.com/content/invertir-en-cuba-es-un-enorme-riesgo/33726.html

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