viernes, 18 de abril de 2014

La apuesta energética de Cuba

La apuesta energética de Cuba

abril 17, 2014

Fernando Ravsberg*



HAVANA TIMES — Se constituyó en Cuba un grupo de trabajo para la

promoción de las energías renovables, es un espacio donde debatir

diferentes puntos de vista sobre cuáles son las fuentes que podrían

contribuir a un desarrollo económico sostenible del archipiélago.



Solo el 5% de la energía que consume Cuba es renovable. La dependencia

petrolera la llevó ya varias veces al borde del precipicio con el

Embargo de EEUU, la desaparición de la Unión Soviética y ahora a

expensas de lo que ocurra en Venezuela.



Desde hace algunos años el país ha empezado a invertir en energía solar,

eólica, biomasa o aprovechando el gas acompañante. Y ahora se profundiza

con la búsqueda de empresas dispuestas a invertir U$D 3000 millones en

el sector.



Es cierto que estas fuentes son caras pero con el petróleo a U$D 100 el

barril y en ascenso lo que se invierta será rentable a largo plazo. Le

dará a Cuba la independencia que necesita para desarrollar su economía

sin más sobresaltos que los propios.



Uruguay lo está logrando, toda la generación eléctrica del país se

producirá por hidroeléctricas y parques eólicos con lo cual el Director

de Energía asegura que el próximo año los ciudadanos ya pagarán menores

tarifas de electricidad.



Ese puede ser el camino de Cuba: crear más parques eólicos,

transformadores de gas acompañante, paneles solares, generadores de

bagazo y escuchar los estudios cubanos que proponen también utilizar con

el mismo fin el marabú.



Nadie puede negar la posibilidad de que algún día se encuentre petróleo

de buena calidad pero creo que no se debería apostar todo a un billete

de lotería en forma de pozo maravilloso que inunde la isla de crudo y la

convierta en miembro de la OPEP.



Con la partida de la plataforma petrolera de las aguas cubanas no quedan

muchas esperanzas de encontrarlo en el mar. Y tampoco conviene volver a

soñar construir centrales atómicas como las que provocaron graves

accidentes en EEUU, Ucrania o Japón.



Las autoridades cubanas parecen comprenderlo y están dando los primeros

pasos en el camino hacia la independencia energética, con la gran

ventaja adicional de utilizar tecnologías que no dañarán al medio

ambiente ni pondrán en peligro la vida humana.



Cuba en lo profundo



Pero aumentar las fuentes de energía renovable no resulta sencillo, se

necesita mucho tiempo, grandes capitales y tecnología de punta. Eso

explica por qué Cuba brinda enormes facilidades fiscales a los

empresarios que quieran invertir en ese sector.



A nivel macro no hay nada que objetar pero se podría avanzar mucho más

rápido si hubiera una versión micro del mismo proyecto, en la que los

ciudadanos pudieran participar, ahorrando combustible a la nación y

dinero a sus propios bolsillo.



Sin embargo, es casi imposible para un cubano comprar un equipo de

energía solar para su casa, molinos de viento o mini hidroeléctricas

para generar al menos una parte de la electricidad que necesitan en sus

fincas.



En Pinar del Río he estado en zonas tabacaleras donde no hay energía

eléctrica. A pesar de que la mayoría de esos campesinos ganan buen

dinero y en moneda dura no pueden ver televisión, tener un refrigerador

o disfrutar de un ventilador.



Los equipos generadores de energía renovable deberían estar a la venta y

a precio de costo, no valen las miserias de bodeguero cuando se trata de

los intereses de la nación. Las ganancias del Estado vendrán con el

ahorro en su factura petrolera.



A nivel vehicular tampoco se refleja el proyecto alternativo, no se

importan automóviles eléctricos ni se permite utilizar gas, como ocurre

en otros países de la región. No hay más opción que la gasolina o el

diésel y a un valor que quita el hipo.



Los actuales precios de los vehículos en Cuba dan sobrado margen para

hacer descuentos en la compra de autos eléctricos, los cuales se cargan

fundamentalmente durante la noche, tiempo en el que la mayor parte de la

electricidad generada se pierde sin que nadie la utilice.



También se podrían traer dispositivos de gas que ahorran enormes

cantidades de gasolina. Paradójicamente, hoy las autoridades multan a

cualquiera que utilice esta tecnología y en caso de ser reincidente

pueden incluso decomisar el vehículo.



No se trata de criticar la decisión de utilizar energías renovables, por

el contrario hay que generalizarla lo más posible, siguiendo aquel

refrán que dice que si te ya te has decidido a tirarte al agua, lo

inteligente es hacerlo en lo más profundo.

—–

(*) Visita el blog de Fernando Ravsberg.



Source: La apuesta energética de Cuba - Havana Times en español -

http://www.havanatimes.org/sp/?p=95222

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