martes, 22 de abril de 2014

La Habana se desmorona a pedazos

Publicado el martes, 04.22.14



La Habana se desmorona a pedazos

ASSOCIATED PRESS



LA HABANA -- Un ruido estruendoso, como de tren al pasar o de explosión,

sacudió en la madrugada a los residentes de Oquendo 308, en el populoso

barrio de Centro Habana: parte del séptimo piso se derrumbó hacia el

patio interior, dañando a los apartamentos de abajo. Nadie murió, pero

las 120 familias que vivían en el edificio se quedaron sin hogar.



Los derrumbes son frecuentes en Cuba y en especial en esta capital,

donde décadas de falta de mantenimiento de los edificios y la escasez de

construcción de viviendas figuran entre los principales problemas de la

isla, sin que hasta ahora las reformas impulsadas por el gobernante Raúl

Castro parezcan lograr un despegue del sector.



"Estamos muy preocupados, la situación de la vivienda es crítica", dijo

a la AP Anaidis Ramírez, uno de los damnificados y quien hasta ese

momento vivía con nueve parientes en un departamento de un dormitorio

con techo muy alto al que ellos le fabricaron un entrepiso.



Tras la catástrofe del 28 de febrero, Ramírez y los suyos se refugiaron

en un parqueo aledaño y presionaron al gobierno para conseguir una nueva

casa; mientras otras familias se marcharon con parientes o aceptaron el

traslado hacia albergues transitorios del gobierno, donde viven

hacinadas durante años antes de conseguir una casa propia.



Cuando Castro legalizó a finales del 2011 el mercado de bienes raíces

–por primera vez en cinco décadas–, uno de los argumentos para la

aprobación de la norma fue que ésta estimularía la construcción y las

reparaciones.



Según cifras oficiales del 2010, la nación caribeña de 11 millones de

habitantes tiene un déficit de medio millón de viviendas, pero éste se

amplía cada año con afectaciones sistemáticas de la humedad, la

salinidad y los ciclones tropicales.



"El déficit podría ser aún mayor si la estimación se basa en la propia

definición del gobierno de lo que constituye una vivienda adecuada

(tantos metros cuadrados, con baño y cocina interna, etc)", dijo el

investigador Sergio Díaz-Briquets, doctor en demografía de la

Universidad de Pennsylvania.



Según Díaz-Briquets, los estimados de carencia habitacional en toda la

isla rondarían entre 600,000 y un millón de viviendas.



La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) indicó que la

isla dispone de un total de 3.8 millones de unidades de alojamientos

(viviendas o apartamentos).



En medio de un paquete de reformas que incluyó a la mencionada

modificación a la ley para compraventa de bienes raíces, las autoridades

comenzaron además un plan de subsidios a las familias para ampliar o

terminar su casa.



"Se trata de buscar soluciones al problema que tenemos hoy de la

vivienda", explicó a la AP el viceministro primero de la Construcción,

Angel Vilaragut, quien considera que no hay un "estancamiento" de las

nuevas medidas y subsidios sino "un cambio de política".



"No se renuncia a la construcción de viviendas por la vía estatal",

explicó Vilaragut, pero "se intenta que la población tenga acceso a los

materiales" como áridos, cementos o bloques para que puedan edificar.



Paralelamente, el gobierno también decidió entregar a la población

antiguos comercios, almacenes y otros locales estatales subutilizados

para ser adaptados como viviendas.



Un recorrido por las calles de La Habana muestra que las personas están

aprovechando el momento para reparar las fachadas, incluir un segundo

piso a sus casas o agregar más habitaciones.



Si bien estas soluciones logran beneficiar a alguna que otra familia,

los esfuerzos son poco sistemáticos y no enfrentan el déficit en su

conjunto, explicaron analistas.



Desde el 2008, cuando la ONEI reportó la construcción de 44,775

viviendas, la caída en la edificación anual tanto por parte del Estado

–que corre con la mayor parte del peso del sector– como de los

particulares fue constante. En el 2011 se terminaron 32,540 casas y en

el 2012 fueron 32,103.



No había estadísticas definitivas para el 2013, pero los números

preliminares eran inferiores a lo esperado.



Luego de un balance del sector en diciembre pasado en la Asamblea

Nacional, el parlamento unicameral, el diputado Santiago Lage reveló que

al cierre de octubre del 2013, por el sector estatal debían haberse

terminado 10,450 viviendas, pero del plan solo se cumplió al 80 por

ciento, para unas 8,403 casas y por esfuerzo privado se concluyeron 9,604.



Con esa proyección, el 2013 sería incluso mucho peor que el año anterior.



"Pueda ser que ese cambio de mecanismo lleve un tiempo y todavía el

sistema nuevo no esté compensando", dijo a la AP el economista cubano

Pavel Vidal, actualmente profesor en la Universidad Javeriana de Colombia.



"Se le está dando la responsabilidad de la construcción de nuevas

viviendas a cuentapropistas, microempresas y ahora empiezan las

cooperativas", explicó Vidal. "El nuevo sector privado, la escala que

tiene, el capital del que dispone, evidentemente no compensa lo que

venía haciendo el Estado".



Y eso sin contar las dificultades que tienen los cubanos para adquirir

una vivienda ya edificada, según la nueva ley.



A pocas cuadras del edificio derrumbado vive Lázaro Márquez, de 44 años,

quien comparte con su esposa Mileivis y su hija adolescente

discapacitada una sola habitación en un "solar" (una vecindad) en Centro

Habana con techos con filtraciones de aguas negras.



Márquez gana un promedio de 50 pesos ($2) al día conduciendo un

bicitaxi, y desde hace seis años está en una lista –que parece no

avanzar nunca– de casos que requieren urgente apoyo del Estado para que

éste le cambie la vivienda, pues su niña no habla ni camina y debe ser

transportada en silla de ruedas por intrincadas escaleras con peligro de

derrumbe.



Si no consiguen solucionar por sí mismos a dónde vivir –o sea construir

o comprar– o irse con familiares, los Márquez tendrían que mudarse a

algún albergue estatal.



Un apartamento de un dormitorio pequeño en Centro Habana costaría unos

$7,000.



"No hay un mercado de bienes raíces liberalizados, hay una

flexibilización en la compra y venta de casas pero con restricciones",

explicó Vidal.



"En el mundo entero la demanda de la vivienda va acompañado de un

mecanismo financiero, un crédito hipotecario y hasta que no se

desarrolle un mercado de crédito hipotecario la demanda nacional no

estimulará la construcción de nuevas viviendas con destino a los

nacionales", agregó el economista.



Márquez indicó incluso que antes de que se aprobaran las nuevas normas

de compraventa, tenía mayores posibilidades de recibir una casa, pues la

gente que se iba del país debía entregar sus propiedades y el Estado las

redistribuía.



"La mayoría de los que se van las venden y hay menos casas disponibles

para nosotros los casos sociales (situaciones críticas) ahora ", indicó

Márquez.



"Soy 'bicitaxista'. ¿Cómo voy a comprar una casa o un cuarto en bajos

con lo que gano?" se preguntó Márquez.



Source: La Habana se desmorona a pedazos - Cuba - ElNuevoHerald.com -

http://www.elnuevoherald.com/2014/04/22/1731655/la-habana-se-desmorona-a-pedazos.html

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