Turismo, empleos y color de la piel
¿Por qué no hay empleados negros en la recepción o en los bares de
hoteles, o detrás de los mostradores en tiendas?
jueves, agosto 21, 2014 | Ernesto Pérez Chang
LA HABANA, Cuba.- Una mirada al entorno turístico de La Habana, a los
sitios gastronómicos y hoteleros de la capital, revela el abismo que
separa a blancos y negros a la hora de aspirar a un empleo en uno de los
sectores que más beneficios económicos pudiera aportar de manera directa
a los trabajadores.
Los principales hoteles parecen aplicar una especie de selectividad
racista a la hora de elegir su empleomanía. Las reglas de elección tal
vez no aparezcan escritas en ningún documento administrativo; no
obstante, no deja de llamar la atención ese patrón, tanto en las
empresas de lujo como en las de categoría inferior: los blancos, en la
recepción y en el trato directo con los clientes; los negros, en los
servicios de limpieza y demás asuntos donde no lleguen a ser muy visibles.
Ya sea en el Habana Libre (antes Habana-Hilton) o en el Nacional, en el
reinaugurado Capri o en el austero Colina, según pude apreciar en un
recorrido por más de una veintena de hoteles, los hombres y mujeres de
piel demasiado oscura son relegados a aquellos oficios que la tradición
racista les ha reservado a favor de los blancos.
Dondequiera que uno torne la vista o aguce el oído, surgirán testimonios
como los de un joven graduado de Lengua Inglesa que me cuenta su
experiencia personal cuando le pregunto por qué casi no hay negros en
servicios más directos con los clientes. Le advierto que escribo para
Cubanet y, de inmediato, me pide que no publique su foto ni su nombre
porque lo afectaría enormemente. Lo comprendo. Es de conocimiento
público que en el turismo cubano todos los trabajadores son sometidos a
periódicos procesos de investigación que avalen su "confiabilidad política".
El joven tiene 35 años y lleva casi una década esperando por una plaza
acorde con sus estudios. Desde el 2005 trabaja como conserje en hoteles
de La Habana. A pesar de tener idiomas y haber aprobado cursos en la
escuela de Hotelería y Turismo, jamás ha sido promovido a tareas de
mayor remuneración, me confiesa.
-Nunca me han dicho que es por el color, pero cualquiera sabe que es por
eso. Fíjate en los de la carpeta, todos son blancos. Y ni hablemos del
bar; solo negros los que limpiamos o fregamos. Puedes ir al hotel que tú
quieras, son muy pocos donde los carpeteros (recepcionistas) o barmans
son negros; mucho menos los sommelier. Creo que no hay ni uno, y cuando
lo hay es porque tiene facciones de blanco o es mulatico claro.
Pregunto si se ha quejado alguna vez con los jefes y contesta que eso no
sirve de nada, porque siempre encuentran una justificación. Además, si
se "vuelve conflictivo" con ese tipo de reclamos, lo sacan del turismo.
Ya le pasó una vez, al principio, en el hotel Comodoro. Lo único que
resolvió entonces fue que lo reprendieran en el Sindicato y en el
Partido por acusar de racista a uno de los gerentes, que no solo
seleccionaba mujeres blancas para los puestos principales, sino además
usaba frases despectivas con los trabajadores negros.
¿Por qué no hay empleados negros en las carpetas o en los bares de los
hoteles, o detrás de los mostradores en tiendas?, pregunto a una amiga
personal, graduada de Lengua Francesa a principios de los años ochenta.
Actualmente trabaja limpiando pisos en un hotel, del cual me reservo el
nombre para no perjudicarla. Me cuenta que le hubiera gustado obtener un
puesto en la carpeta u otro que no fuera el de limpiar pisos, pero la
administración siempre ha preferido jóvenes de piel blanca para tales
desempeños. A pesar de dominar varios idiomas y saberse suficientemente
capaz, con el tiempo se ha convencido de que nada cambiará su destino:
nadie como ella, que lleva casi veinte años en el sector, para saber
que, al menos en Cuba, en turismo los roles los determina en gran medida
la pigmentación de la piel.
Incluso en las revistas, en las campañas publicitarias, así como en las
etiquetas de rones y tabacos se manejan estrategias de promoción donde
los espacios de blancos y negros están perfectamente delimitados por
clichés que ha impuesto una práctica discriminatoria que, sin dudas,
cuenta con la aprobación oficial: los blancos, tumbados en la arena o
disfrutando del mar; los negros, bebiendo ron, jugando dominó, tocando
rumba en los solares, fumando puros o bailando.
Abriendo las puertas de los autos que estacionan frente a los hoteles,
vaciando los contenedores de basura, puliendo los pisos, sacándole
brillo a los muebles, fregando platos o limpiando baños, los hombres y
mujeres de piel oscura, al menos en el turismo cubano, no corren con la
misma suerte de otros
Source: Turismo, empleos y color de la piel | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/turismo-empleos-y-color-de-la-piel/
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