El Gobierno cubano tiembla ante internet
PEDRO CAMPOS | La Habana | 29 de Agosto de 2016 - 10:02 CEST.
El general y presidente Raúl Castro, advirtió a la oficialista Unión
Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) que la Isla está
amenazada en el campo cultural por "proyectos subversivos" y una "oleada
colonizadora global" y Josefina Vidal, la directora de EEUU del MINREX
twitteó: "No les basta con el uso ilegal de radio y TV contra Cuba,
insisten en empleo de internet como arma de subversión".
No es difícil identificar detrás de estas declaraciones el pavor y la
oposición del Gobierno a posibilitar el amplio acceso a internet que se
ha ido convirtiendo en una demanda de amplio respaldo popular en el
país, sobre todo entre los jóvenes; demanda que unida a las importantes
ofertas de compañías norteamericanas y las extremas debilidades de las
carísimas ofertas de ETECSA, están llevando al Estado cubano a una
posición cada vez más insostenible en su obstrucción a ampliar internet.
Como siempre, se vuelve a usar la amenaza de subversión promovida por el
"imperialismo" para tratar de justificar las políticas represivas y
antidemocráticas. ¿Hasta cuándo el cuentecito? Se restablecieron las
relaciones, Obama vino, tendió la mano, ofreció ayuda al desarrollo,
levantó todas las restricciones que pudo y ¿el "imperialismo yanqui nos
sigue asechando"?
Pero ya la engañifa oficialista no prospera. La libertad de expresión,
asociación, elección y actividad económica es un clamor creciente.
Todo el mundo sabe en Cuba que la principal causa de subversión, es el
propio modelo "estatal-socialista", centralizado que pretende mantener
la propiedad estatal explotada en forma asalariada, como eje de la
economía y un sistema político bajo control absoluto de la elite
burocracia, con un solo partido y una sola prensa.
Es ese modelo, que produce cada vez más empobrecimiento de los
trabajadores y el pueblo y más enriquecimiento de la elite burocracia,
el que genera descontento, subversión y salidas del país, debido a sus
propias contradicciones, especialmente la centralización cada vez mayor
de la propiedad y la riqueza, en contraposición con la cada vez mayor
participación de los sectores populares en la producción, al mismo
tiempo excluidos de la apropiación de los resultados de su trabajo.
El fidelismo no entiende, no puede entender que el mundo
vertical-centralizado camina a su fin en todas partes y que el mismo
capitalismo generó las fuerzas productivas, entre ellas internet, que
están obligando a la horizontalidad en la organización de la producción
la distribución y hasta en el poder político.
Lo que ocurre, y hay que decirlo con toda claridad, es que el
capitalismo monopolista de Estado abigarrado, impuesto en Cuba en nombre
de un socialismo plagiado, forma parte del tinglado internacional del
capitalismo más retrógrado, del peor de todos, el estatal, que concentró
y centralizó, como no lo logró el privado en ninguna parte del mundo, la
propiedad y la apropiación de los resultados de la producción que se
obtienen por vía de la explotación asalariada y que se resiste a los
cambios que traen el progreso y la modernidad.
La conexión del capitalismo de Estado cubano con el internacional queda
clara en su colaboración con las transnacionales para la explotación
conjunta de los asalariados cubanos mal pagados, al tiempo que ha
demostrado su total desprecio por los trabajadores cubanos al permitir
contratar masivamente a extranjeros y negarle a los trabajadores cubanos
participación directa en la dirección, la gestión y las utilidades de
las empresas, como correspondería en una verdadera sociedad socialista.
Es un insulto seguir llamando socialismo a ese abuso del trabajo que hay
en Cuba.
La lucha contra la amplia socialización de internet no es solo del
Gobierno cubano, también la enfrentan los grandes intereses retrógrados
que a nivel internacional igualmente temen a los cambios y al poder
horizontal en las sociedades desarrolladas.
De manera que el Estado isleño acompaña a las fuerzas más retrógradas
del capital internacional en su lucha contra la generalización de
internet, que no solo socializa y pone al alcance de todos la
información técnica y profesional, sino también la de los mercados y
todo lo relacionado con la corrupción que generan los gobiernos
centralizados y el control de los impuestos, los presupuestos y su gasto.
No es casual que el Gobierno fidelista jamás haya informado la verdad de
sus finanzas, cuál es el presupuesto de las Fuerzas Armadas (FAR) y el
Ministerio del Interior (MININT), cuánto cuesta mantener seguridad,
salud, alimentación, vivienda y recreación de los llamados históricos y
sus familias; a dónde han ido a parar los miles de millones que han
ganado explotando el trabajo barato de los asalariados-esclavos cubanos
por más de medio siglo, los que han entrado por vía del turismo
internacional y las remesas, controladas esencialmente por los
mecanismos bajo control de las FAR y el Consejo de Estado.
Internet tiende al gobierno horizontal, al control popular sobre todos
los procesos sociales y de producción y es a eso a lo que teme el
Gobierno cubano con su oposición a que se amplíe internet en Cuba.
Source: El Gobierno cubano tiembla ante internet | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1472457774_24908.html
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