La economía de Samuelson, dos generaciones han defendido sus políticas
erradas
JOSÉ AZEL
Si usted recibió un curso universitario de introducción a la Economía en
los últimos 50 años, es muy probable que su libro de texto fuera una de
las 19 ediciones de Economía, de Paul Samuelson. Desde la primera
edición en 1948, Economía de Samuelson ha vendido más de cuatro millones
de ejemplares y ha sido traducido a 41 idiomas.
Paul Samuelson fue el economista académico más influyente de la segunda
mitad del siglo 20, y su texto reveló a generaciones de estudiantes las
ideas del economista británico John Maynard Keynes. Keynes desarrolló el
criterio de que la intervención gubernamental en asuntos económicos era
necesaria para servir al interés público.
Economía de Samuelson dominó los cursos universitarios durante dos
generaciones. Su influencia en nuestro pensamiento sobre el papel del
gobierno en los asuntos económicos no puede ser subestimada. Como él
mismo destacó: "No me importa quién escriba las leyes de una nación…
mientras yo pueda escribir sus textos de economía". Entonces, ¿qué nos
enseñó el profesor Samuelson? Y qué debemos olvidar.
Samuelson creía en la economía centralmente planificada. Para ser
preciso, las ideas del Dr. Samuelson evolucionaron con los años,
evolución que puede constatarse en las diferentes ediciones de su texto.
Pero todavía en 1989, en la decimotercera edición (con William Nordhaus
como coautor) afirmaba: "La economía soviética demuestra que, en contra
de lo que muchos escépticos creían anteriormente, una economía
socialista centralizada puede funcionar e incluso prosperar". Dos años
después, la economía soviética colapsó. Conceptualmente ciego, el
brillante Dr. Samuelson no lo vio venir.
Samuelson también apoyó posiciones antiahorro, considerando
incorrectamente que mayores índices de ahorro podrían provocar que el
dinero "escapara" fuera del sistema y contrajese la economía.
Su pensamiento se extendió a apoyar los impuestos progresivos: "En la
medida que los dólares se tomen de personas ricas antes que de personas
pobres forzadas a gastar, los impuestos progresivos tienden a mantener
el poder de compra y los empleos a un alto nivel…". Aberrantemente
sugirió que la imposición progresiva podría incentivar a las personas a
trabajar más duro para enriquecerse.
En la década de los 1970, Samuelson mantuvo que el déficit de gastos no
era un problema significativo. Argumentó que "nos debemos a nosotros
mismos", afirmando que el interés en una deuda interna se paga por
norteamericanos a norteamericanos, sin pérdida directa de bienes o
servicios.
Como un convencido del activismo gubernamental, Samuelson creía que un
gobierno grande puede proveer estabilizadores intrínsecos a la economía
con políticas de compensación por desempleo y bienestar, y otras
políticas de ese tipo. Sus discusiones sobre el papel del gobierno
enfatizaban los fallos del mercado, con pocas referencias a los fallos
del gobierno. Su seducción por un gobierno activista lo llevó a
proclamar que políticas gubernamentales dañinas probablemente eran
excepcionales.
Nuevas escuelas de pensamiento económico y la evidencia empírica
demuestran que mucho de lo que el Dr. Samuelson nos enseñó sobre
economía era imperfecto o simplemente erróneo. Nuestras convicciones
sobre ahorros, planificación centralizada, intervención gubernamental,
déficit de gastos, imposición fiscal progresiva, fallos del mercado,
políticas de bienestar, y mucho más, han evolucionado o cambiado
radicalmente.
A favor del Dr. Samuelson, señalemos su voluntad de actualizar su texto
de acuerdo al avance intelectual y nuestra comprensión de los asuntos
económicos. En ediciones posteriores, incluso sugirió que ya no
coincidía con algunos de sus análisis previos. En sus propias palabras:
"Lo que era excelente en la edición 1 es anticuado en la 3; y quizás ya
no es cierto en la 14".
Lamentablemente, la mayoría de nosotros, y nuestros políticos, que
aprendimos economía con los textos de Samuelson, no nos actualizamos
adecuadamente con los avances en esa ciencia. Consecuentemente, la
mayoría de las políticas públicas actuales se formulan de acuerdo con
los falibles principios económicos que aprendimos de Samuelson en
nuestros años escolares. Lo mismo aplica a editores y comentaristas que
promueven, sin preocupaciones intelectuales, el diseño keynesiano
promovido por el texto de Samuelson.
Ese es el insidioso efecto Paul Samuelson: dudosas políticas públicas,
basadas en cuestionables principios económicos, pero defendidas por dos
generaciones reticentes a reconocer los errores en sus cursos
universitarios de economía.
El Dr. José Azel es Investigador Senior en el Instituto de Estudios
Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Miami, y autor del
libro Mañana in Cuba.
Source: Paul Samuelson y su efecto sobre la economía de EEUU | El Nuevo
Herald - http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article98187397.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario