Hace 1 hora.
BRUSELAS (AFP) — Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea
(UE) deciden el lunes en Luxemburgo si levantan las sanciones contra
Cuba impuestas en 2003 y actualmente suspendidas, con una "aplastante
mayoría" de países, entre ellos España, a favor, y una minoría aún
reticente, con República Checa a la cabeza.
"Hay una aplastante mayoría que está de acuerdo con el planteamiento de
la anulación de la decisión de 2003 y una ilustre minoría que todavía no
está totalmente convencida, y subrayo el 'todavía'", dijeron fuentes
diplomáticas europeas al referirse a la posición de los 27 para la
reunión del lunes, que se celebra en plena crisis por el 'no' de los
irlandeses al nuevo tratado europeo.
La presidencia eslovena de la UE preparó un texto base en el que se
propone levantar las sanciones de 2003, impuestas contra el régimen
comunista por la condena de 75 disidentes y la ejecución sumaria de tres
secuestradores de una lancha que pretendían emigrar a Estados Unidos.
La propuesta de anulación de estas sanciones, suspendidas desde 2005
gracias a la presión del Gobierno español, viene acompañada de una
oferta de diálogo político con el régimen que encabeza Raúl Castro, y
que ha dado ciertos gestos de apertura tras la retirada de su hermano Fidel.
De todos modos, el proyecto de conclusiones de la presidencia eslovena
hace referencia a una "reevaluación" de la situación dentro de un año,
según fuentes europeas.
Pero si bien la cuestión fue debatida varias veces en los últimos días a
nivel de expertos y embajadores en Bruselas de los países de la UE, no
se logró llegar a un acuerdo a 27, en particular por la reticencia de
ciertos socios, como la República Checa y Holanda, indicaron a AFP esas
fuentes.
"Hay países reticentes a dar su acuerdo, como la República Checa, que
quieren garantizarse que el diálogo político con el gobierno sea útil.
Holanda es otro país que tiene reservas", explicaron las fuentes.
Sin embargo, el planteamiento general dentro de la UE es que hay que
"aprovechar la oportunidad" que se presenta con los cambios en Cuba,
afirmaron por su parte las fuentes diplomáticas.
"El planteamiento general es sencillo y comprensible: en Cuba las cosas
se están moviendo y la situación actual de sanciones que no se aplican
nos impide llevar adelante una política activa. Estamos perdiendo una
oportunidad", señalaron.
El problema es que si bien la UE mantiene suspendidas las sanciones
desde 2005 y propuso en junio de 2007 a La Habana un diálogo político
abierto, el Gobierno cubano se niega a restablecer las relaciones
bilaterales hasta que se levanten definitivamente las medidas en su contra.
Dentro de la UE, la situación también es compleja, ya que España ha
normalizado sus relaciones con Cuba sin esperar al resto de sus socios e
impulsa una política de acercamiento con la isla que no es compartida
por ex países comunistas como República Checa y Polonia.
En el debate interno en la UE se mezcla también la posición de los
dirigentes de la oposición cubana, que el martes pasado dijeron que un
eventual levantamiento de las sanciones equivaldría a "castigar" a la
sociedad civil y la oposición interna.
"Lo que quiere el Gobierno es que ignore la existencia de una oposición
para permitirse continuar con las violaciones de los derechos humanos y
no tener siquiera un reproche de la Unión Europea", subrayaron en una
misiva Martha Beatriz Roque y Vladimiro Roca, dos de los líderes de la
oposición al régimen comunista.
http://afp.google.com/article/ALeqM5iIK3K9PWf2q7fYpp9DlJunged2hw
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