El fantasma del precio de los alimentos
Lunes, 17 de Septiembre de 2012 04:03
Escrito por Arnaldo Ramos Lauzurique
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) El régimen cubano, en su
afán de mantener a la población adormecida e ignorante de sus verdaderos
problemas, se hace eco constantemente de la situación internacional de
los alimentos y del incremento de sus precios.
Sus informaciones unilaterales hacen hincapié en que Cuba debe importar
anualmente unos 1700 millones de dólares en éstos, además de cifras
superiores en combustibles.
No hay sin embargo ningún análisis periodístico donde se señale que
entre los alimentos que han alcanzado un alto precio está el azúcar
crudo, que se eleva en la actualidad a los quinientos dólares por tonelada.
Si Cuba lograra exportar los 7,5 millones de toneladas que usualmente
lograba en la década del 80 o siquiera los 5,5 millones que vendía en
los años 50, sus ingresos por ese concepto podrían estar hoy entre los
2700 y los 3800 millones de dólares, pero debido a la ruina de esa
industria apenas alcanzan los 300 millones de dólares.
Para colmo, en uno de sus últimos gestos de soberbia, Fidel Castro cerró
una alternativa ventajosa y viable para Cuba a pesar de la ineficiencia
del ramo: la producción de etanol directamente de los jugos de la caña
de azúcar, que pudiera haber abierto exportaciones por más de 1500
millones de dólares en las condiciones más restringidas y hubiera
posibilitado ahorros cuantiosos en la importación de combustibles.
El incremento en la producción de caña, por otra parte, hubiera
permitido la sustitución del empleo de una parte del combustible
importado en la generación de electricidad.
Pero restaurar el ramo cañero-azucarero ya es una tarea imposible para
el régimen, requeriría cuantiosas inversiones en la industria azucarera,
destilerías, derivados y en la agricultura; además de la formación de la
enorme cantidad de personal calificado que se perdió en los últimos diez
años.
Pero si el país debe importar 1700 millones de dólares en alimentos la
razón fundamental se encuentra en el pobre desempeño de la agricultura,
las ganaderías vacuna y avícola y la industria alimentaria, esta última
descapitalizada y con insuficientes insumos agrícolas.
Actualmente se importan más de 400 000 toneladas de arroz para el
consumo por unos 200 millones de dólares, que se pudieran producir en el
país. Algo similar ocurre con la producción de leche, cuyo déficit
obliga a importar grandes cantidades de ese producto en polvo. El café
es una muestra de la situación en el sector, ya que de un importante
exportador se convirtió en importador neto.
Para completar el desastre, en los últimos años se han reducido las
producciones de tubérculos y raíces, especialmente la papa, cuya última
cosecha fue un verdadero descalabro.
Por no seguir abundando en problemas similares, solo cabe destacar la
reducción del rebaño vacuno desde niveles de casi 6 millones de cabezas
en la década del 70 a unos 4 millones en la actualidad.
Los altos precios de los alimentos encarecen las importaciones de éstos
pero también benefician los ingresos por sus exportaciones. En la
maltrecha economía cubana solo se manifiestan sus efectos adversos, pero
el régimen, como siempre, traslada las culpas de sus desaciertos a
factores externos y además de los argumentos de las acciones
imperialistas y el bloqueo, ya bastante gastados, se suman a esas fatuas
explicaciones los precios de los alimentos.
Para Cuba actualidad: arnaldorl75@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/economia/51-economia/5195-el-fantasma-del-precio-de-los-alimentos.html
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