Revendedor, esa mala palabra
VÍCTOR ARIEL GONZÁLEZ, La Habana | Agosto 21, 2014
"Tengo colchones, juegos de sala, aire acondicionado...", dice por lo
bajo un individuo apostado a la entrada de una conocida tienda. Un par
de metros adelante, otro vendedor furtivo tiene filtros para el agua de
beber, y así sucesivamente se extiende, a ambos lados del centro
comercial, una red ilícita que abastece a no pocos clientes
insatisfechos con la pobre oferta estatal.
Si en las tiendas usted busca sin éxito no debe preocuparse, pues
saliendo de allí y por unos cuantos pesos más es bastante posible hallar
todo cuanto necesita con los "revendedores". Estos comerciantes que
pululan en calles como Carlos III, Monte o la calzada de 10 de Octubre,
operan sin más ley que la oferta y demanda. La solución que se le ocurre
al gobierno, lejos de centrarse en abarrotar los estantes medio vacíos,
ha sido erradicar lo que califica como una "indisciplina social".
No se considera, en cambio, el otorgamiento de licencias para
comerciantes. De hecho, la palabra "comerciante" está desterrada de la
jerga oficial. Quienes ejercen uno de los oficios más viejos que conoce
la humanidad son llamados "revendedores" y eso, a ojos de las
autoridades, no es para nada bueno. El gobierno les acusa de
acaparamiento y especulación.
En lo que va de año se han impuesto casi 17.000 multas y realizado
cientos de decomisos. Sin embargo, las medidas punitivas hasta ahora no
bastan. "No tenemos para un inspector en cada cuadra. Necesitamos la
ayuda de la población", declararon al noticiero de la televisión unas
inspectoras estatales. El fenómeno se ha salido de control. A ello no
sólo contribuye la improductividad o la mala distribución que realiza el
monopolio estatal, sino que el problema incluye la corrupción de no
pocos funcionarios.
Source: Revendedor, esa mala palabra -
http://www.14ymedio.com/nacional/Revendedor-mala-palabra_0_1619238062.html
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