miércoles, 3 de agosto de 2016

Inventores cubanos: entre la necesidad y la virtud

Inventores cubanos: entre la necesidad y la virtud
Muchas veces los inventos son soluciones a problemas cotidianos, pero
también responden a necesidades de la gran industria, incluso en
sectores estratégicos
ECONOMÍA
LA HABANA.-dpa

"La necesidad crea el invento", asegura el campesino cubano Carlos Caro,
quien fabricó una sembradora de granos completamente realizada con
piezas recicladas. La máquina está compuesta por tubos viejos y cuatro
bombonas de gas colocadas boca abajo y abiertas por la tapa, por donde
se echan los granos y el abono que, por la fuerza de la gravedad, caen
poco a poco.

Caro cultiva 14 hectáreas utilizando la máquina que con una cuña en
forma de uve va abriendo el surco, mientras por detrás dos piezas lisas
lo van cerrando una vez caen el frijol y el abono.

"La máquina lo hace todo al mismo tiempo y el ahorro es grande, he
pasado de 14 hombres que necesitaba antes a tan solo tres ahora",
asegura a dpa Caro, quien calcula que fabricar la máquina a escala
masiva en el país podría costar alrededor de 250 dólares por unidad.

"Aquí se importan maquinarias agrícolas de Brasil, que son muy
sofisticadas y muy bonitas, pero no están pensadas para el campo cubano
que tiene suelos muy duros. Esta es rústica, pero puede trabajar donde
sea, en cualquier lugar", afirma Caro.

Este inventor cubano es apenas uno más de los 400.000 afiliados a la
Asociación de Innovadores y Racionalizadores de Cuba (ANIR), la
organización fundada en 1976 con el objetivo de promover "la iniciativa
creadora de los trabajadores cubanos".

Muchas veces los inventos son pequeñas soluciones a problemas
cotidianos, pero también responden a necesidades de la gran industria,
incluso en sectores estratégicos.

En 1997 se hizo la primera perforación horizontal en Cuba con tecnología
nacional. El resultado fue que en apenas tres años se pasó de las
200.000 toneladas de petróleo de producción anual al millón de toneladas
de extracción.

La perforación horizontal evita colocar plataformas en el mar, que son
más costosas y necesitan ser compradas a empresas extranjeras e
importarlas a la isla, asegura a dpa Jesús Río, especialista principal
de geología de la empresa estatal Cupet en la zona occidental del país.

Jesús Río consiguió, con materiales cubanos, el ensamblaje de los
taladros que se colocan en la costa y, mediante un sistema hermético de
recolección, entran en el mar. Mientras, los técnicos van dirigiendo la
dirección hasta las bolsas de petróleo.

Los pozos de extracción se encuentran a lo largo de la costa norte del
país, desde la ciudad de La Habana hasta el centro turístico de
Varadero, a lo largo de más de 140 kilómetros de litoral.

Los inventores cubanos buscan soluciones a la gran industria, pero
también a los pequeños problemas cotidianos a los que se enfrentan las
familias cubanas. Por ejemplo, cuando se rompe un ventilador o un
calentador de agua importado y no se consiguen piezas originales de
repuesto.

"Las soluciones están dirigidas principalmente a la recuperación de la
vida útil de los equipos del hogar, mediante la adaptación y fabricación
de piezas de repuestos que resuelvan las afectaciones y sustituyan
importaciones", asegura Otto Molina, de la Empresa de Servicios
Técnicos, Personales y del Hogar de la central provincia de Cienfuegos.

En la empresa han puesto en práctica 72 soluciones para los principales
problemas de aires acondicionados, ventiladores, cocinas eléctricas,
ollas arroceras y refrigeradores, entre otros electrodomésticos
utilizados en el hogar.

Vicente Hernández lleva 56 años trabajando de mecánico en la compañía de
ferrocarriles cubanos y creó una planta para probar todos los equipos de
las locomotoras chinas, las rusas desde la época soviética, e incluso
las Westinghouse norteamericanas.

Al principio el equipo lo movían entre varios trabajadores, empujándolo
como si fuese una carretilla por los raíles, pero con todos los
complementos que le ha ido incorporando ahora la planta pesa más de dos
toneladas y tienen que moverla impulsada por una vagoneta.

Todas las partes de este "Frankenstein" de equipo las ha ido formando
con las piezas que se ha ido encontrando en el taller ferroviario a
donde Hernández entró cuando apenas tenía 15 años.

El invento es capaz de comprobar el funcionamiento de los frenos, la
aceleración de las locomotoras y hace también el control de calidad
antes de salir de nuevo a recorrer las vías cubanas. La máquina "es
única en Cuba y en el mundo", asegura el inventor.

El equipo está incluso diseñado para poder trabajar ahora que las
empresas estatales tienen recortes del 25 por ciento del consumo
energético. "No gasta electricidad propia, porque utiliza la que genera
la locomotora cuando arranca", dice con orgullo a dpa Hernández. "Ahora
dicen que estamos en crisis, pero nosotros trabajamos igual", señala
Hernández, quien podría ser un ejemplo de como en la isla los mecánicos
agudizan el ingenio ante las dificultades.

Recientemente el Gobierno cubano firmó con la compañía Sinara de Rusia
la compra de 75 locomotoras entre los años 2017 y 2021, y la reparación
de igual número de estos equipos en el mismo período. "Yo ya tengo el
sistema de ellos, es el mismo que el de 1964 cuando entraron en Cuba las
locomotoras soviéticas TEM 4 y ellos mantienen todavía ese equipo,
porque es un equipo bueno", apunta.

"Los chinos, esos sí que te están cambiando cada ratico los equipos,
todos los años vienen distintos ¿para qué? Para que tú les tengas que
estar comprando siempre piezas nuevas, por eso dicen que son la segunda
economía del mundo", asegura Hernández.

Source: Inventores cubanos: entre la necesidad y la virtud :: Diario las
Americas :: Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/4847_cuba/3970624_inventores-cubanos-entre-la-necesidad-y-la-virtud.html

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