viernes, 22 de noviembre de 2013

Capitalismo con moral comunista no funciona

Capitalismo con moral comunista no funciona
Joan Antoni Guerrero Vall
noviembre 21, 2013

La permanente cantidad de contradicciones que quedan al descubierto en
la Cuba actual es bien curiosa. A menudo, los cambios introducidos por
el régimen desembocan en estrambóticas situaciones que, en la gran
mayoría de ocasiones, parecen casi imposibles de entender, sobre todo
por parte de aquellos que se encuentran fuera de esa particular lógica
con la que se mueve el castrismo y todo lo que sucede en la Isla. Cuba
es cada vez más un universo incomprensible.

Lo que sucede en ese país es una continuidad de situaciones sin sentido
y de ello se percata cualquiera, incluso aquellos que no saben nada de
economía ni finanzas.

Es un poco desconcertante, por ejemplo, leer las quejas de un
cuentapropista que desarrolló un negocio, al parecer própsero, y que,
justo cuando esa prosperidad empezó a hacerse notoria, acabó siendo
obligado a cerrar su iniciativa empresarial precisamente por culpa de su
éxito.

Su negocio empezó a ser frecuentado y a generar unos ingresos que
permitieron que algunos de los empleados llegaran a ganar unos 80
dólares mensuales. Lo que resulta muy extraño es que si el objetivo de
los negocios es ganar dinero, generar empleo y contribuir así al
progreso de la comunidad, alguien considere que hay que pararlo. ¿Qué
hay de malo en que un negocio funcione? Todo esto se asemeja mucho a las
restricciones que el castrismo ya introdujo en los años 1990 cuando se
limitó el número de mesas en los paladares, tras abrir un poco el
espacio para la iniciativa privada.

Pero de forma paralela a esta información leemos declaraciones de pesos
pesados del régimen que impulsan la idea de la necesidad de ser
competitivos y de armar negocios que funcionen. Al menos esto es lo que
parece traslucir de lo recientemente expresado por el Historiador de la
Ciudad de La Habana, Eusebio Leal, en una conferencia pública en la
capital. Sus palabras se ubican en una lógica plenamente capitalista,
podríamos decir, si entendemos por ello que se quiere estimular
iniciativas empresariales que generen beneficios, no solo para sus
impulsores y aquellos que deciden invertir en el proyecto, si no para el
conjunto de la comunidad, con la generación de empleos y el pago de
tasas que luego redundan en la mejoría de servicios públicos y el
dinamismo de la economía.

Es a partir de estas contradicciones que cualquiera puede percibir un
problema grave para el modelo de país que están construyendo actualmente
los castristas, empecinados en que su capitalismo funcione con una moral
comunista, de manera que mientras una mano azuza la pasión por los
negocios, la otra aplaca y amedrenta esa pasión levantada. Seguramente
este comportamiento del régimen distancia Cuba de otro país comunista,
China, porque está claro que si algo hacen los chinos es estimular el
negocio y no desincentivarlo como sí hacen los cubanos.

El ser humano ha hecho negocios desde el principio de la historia. Hacer
negocios es algo natural del ser humano y un elemento fundamental para
el desarrollo de las sociedades. Los gobiernos no pueden actuar como un
impedimento a este desarrollo, más bien todo lo contrario, deben ser
agentes promotores de la economía, no para poner trabas a aquellos que
se hacen más ricos en base a su actividad, si no para facilitar que se
den en condiciones de justicia. Se supone que es a partir de la riqueza
que genera esta economía que van a salir los recursos para financiar
todos aquellos servicios públicos que una sociedad necesita.

Sin una economía fuerte y generadora de riqueza parece improbable que se
puedan conseguir todos estos beneficios. Hoy por hoy resulta un poco
inquietante que el modelo de Cuba para el futuro no tenga resuelta esta
base fundamental para que el crecimiento de la economía tenga lugar.
Cualquiera puede darse cuenta, sin ser licenciado en Economía, que la
moral comunista no casa con esa necesidad de crecimiento. El comunismo
no parará de generar más pobreza, inequidades e injusticias sociales. La
economía de mercado, o digamos el capitalismo, es el único que podría
garantizar el bienestar y la justicia social. Es obvio que no será un
paraíso, por supuesto, pero al menos se alejará del infierno actual.

Source: "Capitalismo con moral comunista no funciona" -
http://www.martinoticias.com/content/opiniones-joan-antoni-guerrero-capitalismo-con-moral-comunista/29502.html

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