martes, 1 de abril de 2014

Desmintiendo a los infladores de la biomasa cañera

Desmintiendo a los infladores de la biomasa cañera

marzo 26, 2014

Erasmo Calzadilla



HAVANA TIMES – ¿Qué está pasando en Cuba con las fuentes de energía

renovables? La prensa oficial rebosa optimismo pero ¿tenemos motivos

para estar contentos?



Comenzaré el post con una de las "medias-verdades" más difundidas.

Oigámosla en boca de Conrado Moreno, un especialista y funcionario de

alto nivel:



Durante el 2011, en la oferta total de energía primaria el 78,4 por

ciento provino de combustibles fósiles y el 21,6 por ciento se produjo

con fuentes renovables de energía.



Y en una presentación de Julio Torres Martínez, Vicepresidente de

Proyectos de CUBASOLAR:



La caña representa en Cuba la vía más idónea para el aprovechamiento

intensivo de las fuentes renovables de energía, debido al alto contenido

calórico del bagazo, que llegó a satisfacer hasta 30% del balance

energético del país.



Leyendo lo anterior uno se lleva la tranquilizadora idea de que vamos

bien, porque un 30% de energía primaria a base de renovables es un

magnífico ranking. Tan magnífico que resulta increíble ¿Cómo logró la

humilde Cuba un 30% si los más desarrollados en esta área apenas llegan

a 10%? Aquí hay gato encerrado y lo vamos a liberar.



Para descubrir donde está la trampa será necesario bucear un poco en las

tablas de la ONEI y tirar algunos números. El primer paso será desglosar

el aporte de las fuentes de energía renovables (FER) en Cuba según lo

reportado para 2010 [1].



Fuentes renovables Aporte (miles de toneladas de petróleo) %

biomasa 938,5 97.7

otras 20,9 2,3

Total 959,8 100

La columna de porcientos (cortesía mía) nos lleva directo al sospechoso.

El valor energético que aportó la biomasa es tan enorme comparado con

las otras que solo ella puede estar detrás de un fraude enorme.



Sabemos que la biomasa made in Cuba está constituida mayoritariamente

por subproductos de la industria azucarera (IA); sigamos esa pista.



Balance energético de la industria azucarera



¿Produce tanta energía la biomasa cañera? La única manera de averiguarlo

es haciendo un balance energético de la industria.



No se asusten; será sencillo. Colocaremos las entradas y salidas del

sistema de manera que podamos obtener una expresión simplificada y global.



Empezemos con los Inputs, la energía que consume la IA:



Combustibles fósiles: En el año 2010 la IA consumió unas 190 mil

toneladas de petróleo [2]. Asumamos que se trata de toneladas

equivalentes (Tep), que es una medida estandar de energía.

Energía eléctrica: La ONEI reporta que la IA consumió durante ese

período 295 GW.h.

No debemos olvidar el aporte del sol, aunque en nuestro caso no será

necesario cuantificarlo.

Vamos ahora a los outputs:



La mayor cantidad de energía que produce la IA está contenida en el

azúcar. Tampoco la vamos a cuantificar.

Luego tenemos la energía eléctrica producida a partir de la biomasa.

Según la ONEI dicha industria generó 446 GW.h.

Ubiquemos esos datos en una ecuación. Los inputs en el miembro izquierdo

y los outputs en el derecho. Ahí va:



Sol + 190 mil Tep + 295 GW.h = azúcar + 446 GW.h



Tenemos energía eléctrica a ambos lados del signo igual porque la IA

consume electricidad pero también la genera. Reuniendo todos los GW.h en

un mismo miembro y luego restando queda:



Sol + 190 mil Tep = azúcar + 151 GW.h



Los que anhelan presentar resultados optimistas detienen el análisis

justo en este punto. La trampa consiste en mostrar los 151 GW.h como

energía eléctrica neta producida a partir de la biomasa.



A ese buchito de electricidad que los centrales incorporan a la red

nacional la prensa le ha sacado el jugo, pero sigamos el balance para

entender de dónde sale realmente.



Tep y GW.h son maneras diversas de expresar energía y pueden

interconvertirse. Como cada GW.h equivale a 86 Tep, entonces los 151

GW.h representan unas 13 mil toneladas de petróleo equivalente.

Actualizando la ecuación con esos cambios queda así:



Sol + 190 mil Tep = azúcar + 13 mil Tep



13 es el 6,8 por ciento de 190. O sea, a partir de la biomasa se

recupera un porciento ínfimo de la energía invertida



Reunamos ahora los Tep en un mismo miembro y simplifiquemos por última

vez. La ecuación final es:



Sol + 177 mil Tep = azúcar



Interpretando el resultado



Luego de hacer todas las conversiones y simplificaciones obtenemos que

la única energía neta producida por la IA es la contenida en los

dulcísimos granos de azúcar; solo esa. La energía que aporta la biomasa,

derivada del sol y del petróleo invertido, se reintegra completamente al

sistema.



Desinflando el globo



Para conseguir el dato tan inflado que dan las estadísticas: 21-30% de

energía primaria a base de renovables, los especialistas han mentido de

varias maneras.



Mienten conceptualmente al incluir a la biomasa industrial como fuente

primaria cuando en verdad depende en gran medida del petróleo (lo que la

acerca más a una secundaria).



Por la misma razón mienten cuando la incluyen entre las renovables, las

limpias, las ecológicas y no emisoras de gases de efecto invernadero.



Mienten cuantitativamente al considerar que todos los subproductos de la

zafra son aprovechados óptimamente como fuente de energía, cuando

sabemos que no es cierto.



Pero la mentira más burda y propagada es que la industria azucarera se

autoabastece e incluso aporta energía. Hemos demostrado que eso es falso

de pies a cabeza. El porciento de biomasa cañera que realmente se

aprovecha en la generación de energía alcanza para amortizar un

porciento ínfimo de los gastos energéticos.



Y llegamos al final. Luego de quitar la paja y el bagazo hemos topado

con la cruda realidad: el aporte de las FERs en Cuba no llega al 3% del

total de energía primaria. ¿Será ese dato el que los especialistas y la

prensa pretenden enmascarar bajo un fardo de cañas?



Mi intención no es reventar un globo por placer sino dejar claro cuán

precario es nuestro desarrollo en esta esfera.



Cuando el declive de los combustibles fósiles y/o la crisis política en

Venezuela golpeen los suministros de combustible nos la vamos a ver

negra. ¿No es mejor saber la verdad para actuar en consecuencia?



Notas:



1. Trabajé con los datos de la ONEI concernientes al año 2010 porque es

el último que tiene actualizadas las tablas que necesito. Las situación

no ha cambiado mucho desde entonces.



2. Según la ONEI, en el 2010 se destinaron 102.600 toneladas de diesel y

87.900 de fuel oil a la industria azucarera. Sumando obtenemos unas

190.400 toneladas de petróleo refinado que he redondeado a 190 mil para

hacer más claros los cálculos.



Otras notas:



La industria azucarera consume enormes cantidades de combustibles

fósiles de manera indirecta, por ejemplo en fertilizantes. Nada de eso

se está considerando para hacer los cálculos más sencillos, pero

entiéndase que la cosa es mucho peor que como se presenta en este

simplificado esquema.



En el balance energético obvié la entropía.



El cálculo fue realizado para la biomasa de origen cañero pero pasa lo

mismo con cualquier biomasa industrial.



Source: Desmintiendo a los infladores de la biomasa cañera - Havana

Times en español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=94664

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