martes, 1 de abril de 2014

Por qué no hay sal en Cuba? Entrevista con Marcos “El salao” Salinas

¿Por qué no hay sal en Cuba? Entrevista con Marcos "El salao" Salinas

MARTES, 01 DE ABRIL DE 2014 00:44 ESCRITO POR VÍCTOR MANUEL DOMÍNGUEZ



Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) A pocos días de

iniciarse la cosecha de sal para el período Mayo-Diciembre de 2014,

conversamos con Marcos "El salao" Salinas, especialista en salaciones

sociales de la Compañía Sal & Sal, en Caimanera, provincia de Guantánamo.



El experto en sales y otros elementos para condimentar la vida, dio un

pormenorizado informe sobre las causas externas e internas que limitan

la presencia de la sal en Cuba, pese a que la salación aumenta dentro de

la isla.



Informado de las múltiples denuncias de la población por la falta del

grano, consciente de que sin sal no hay país, y convencido promotor del

cucurucho de maní saladito a peso, decidió contestar varias

interrogantes para La Bola Incendiaria. Aquí les va en versión

taquigráfica de un salao del partido.



La Bola Incendiaria (LBI): Compañero Marcos "El salao" Salinas, ¿Puede

argumentar usted por qué no hay sal en Cuba? Si como anuncian las

autoridades, están garantizados todos los elementos objetivos y

subjetivos para que la sal sea el primer renglón exportable del país, ¿a

qué se debe que haya que importarla desde Guatemala, las dunas del

Sahara, Terranova y Egipto?



Marcos "El salao" Salinas (SS) En realidad, Nefasto, la salación de los

cubanos es de ampanga, es decir, de una región ancestral y remota de la

salinización revolucionaria, experta en convertir todo lo que toca en

sal, menos para comer, condimentar, o conservar un chicharrón por un

decenio.



LBI: ¿Cómo se condimenta y digiere eso, Salao?



SS: Muy fácil, señor. Si tomamos en cuenta que la cosecha de la sal se

inicia en épocas húmedas y lluviosas, y las semillas deben sembrarse en

secano, (previa beatificación del partido), es natural que los retoños

no alcancen la consistencia requerida, y los granos se pudran en los

tallos bajo el sol.



LBI: ¿De qué sal usted me habla, Salao? La pregunta es sobre la sal

común, la que se obtiene de las aguas de mar con sólo meter un

calzoncillo, un blúmer, un forro de catre o de sombrilla y ponerlos al

sol. ¿Por dónde van sus tiros? Hablo de la única roca comestible en el

mundo. La que se da por la libreta.



SS: Disculpe, Nefasto, yo pensé que me preguntaba por la saldiguera u

otros tipos como la sal-món y el sal-pafuera que se forma por todo aquí

en Cuba. Pero...



LBI: Pero nada, Salao, concrétese a la pregunta: ¿Por qué no hay sal en

Cuba?



SS: Bueno, Nefasto, la respuesta es sencilla y se la daré a través de

otra pregunta: ¿Y por qué no hay ni boniato? Es decir, si el mar está

por todas partes como una barrera de contención; la tierra está aquí

bajo nuestros pies, y las manos metidas en los bolsillos de las sallas y

los pantalones, ¿qué hacer?



LBI: Entonces, lo que usted pretende decir es que somos vagos e

ineficientes.



SS: No, Nefasto, no. Meditabundos, revolucionarios, comunistas. Nosotros

rechazamos el consumismo entre las masas, y más si como la sal, las

convierte en hipertensas. Hay que cuidar el rebaño, Nefasto. Alejarlos

del hipotiroidismo y otros males erradicados del país gracias a la

revolución.



LBI: ¿Qué otros males son esos, si se puede saber?



SS: Como no: el consumo del bacalao, el arenque y cualquier otro tipo de

pescao. La conservación de carnes rojas, blancas, azules y de cualquier

color. ¿O por qué usted piensa que sólo damos pescado a quienes tienen

SIDA o colesterol alto, y a los demás se lo cambiamos por pollo? ¡Para

cuidarlos!



LBI: ¿Es por eso que nos limitan a cinco huevos al mes?



SS: ¡Claro, Nefasto¡ El huevo lleva poca sal, los frijoles y el arroz

también. La carne de puerco sólo la comen quienes tienen familias en el

exterior, algunos dirigentes y luchadores, y para llegar a la de res,

hay que pertenecer al Comité Central. De no ser así de cuidadosos con el

pueblo, cuba sería un hospital.



LBI: Ahora lo entiendo, Salao, y sé de las buenas intenciones de la

revolución. Pero le pregunto. ¿Por qué cuidan tanto al pueblo y lo

mantienen en cero sales normadas, en pesos cubanos, y les venden por la

libre y en CUC la importada? ¿Acaso esta última no causa hipertensión e

hipertiroidismo también?



SS: Si es lo mismo, pero no es igual. La sal común que le racionamos al

pueblo para preservar su salud (en pesos cubanos, como dice usted),

viene con piedra pómez, pedazos de madera, vidrios, pajas de yo no sé

qué, alambres tornillos y otros elementos difícil de identificar. No

crea hábitos al paladar.



LBI: ¿Y la importada?



SS: Esa no. El CUC, como la lengua española, pule, brilla y da

esplendor. Además, ¿de dónde las masas lo van a sacar? ¿Del salario del

mes? ¿De la venta de unas croquetas o un ventilador? Los cuidamos en

salud, Nefasto, por eso no hay sal. Esos que protestan por la falta de

sal, no tienen para un tostón.



LBI: Bueno, damos las gracias a "El salao" por su salitrosa explicación,

y pedimos a quienes se quejan a la prensa que expriman un diario Granma,

un Trabajadores, un Juventud Rebelde, o el folleto con los Lineamientos

Económicos del Partido Comunista, y en cada uno encontrarán un saco de sal.



Eso se los aseguro yo, Nefasto "El desalinizador"



Para Cuba actualidad: vicmadomingues55@gmail.com



Source: ¿Por qué no hay sal en Cuba? Entrevista con Marcos "El salao"

Salinas | Cuba noticias actualidad.Periodismo independiente. -

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