viernes, 25 de abril de 2014

Servicios médicos - no bastan los aumentos salariales

SALUD PÚBLICA



Servicios médicos: no bastan los aumentos salariales

ORLANDO FREIRE SANTANA | La Habana | 25 Abr 2014 - 10:40 am.



Más envíos a Venezuela continúan deteriorando el sistema de Salud

Pública cubano.



Cualquier observador de la realidad cubana sabe perfectamente que los

aumentos salariales al personal de la salud, anunciados hace poco por

Raúl Castro, no constituyen un acto de bondad. Se trata de un esfuerzo

por mejorar las condiciones de vida de un sector estratégico; el que le

está reportando los mayores ingresos al país por medio de la exportación

de sus servicios. Además, los gobernantes podrían estimar que si se

atenuaran las penurias de los médicos en Cuba, tal vez disminuyeran las

deserciones de estos últimos en el exterior.



Además, tratando de hacer válido aquello de "matar varios pájaros de un

tiro", el castrismo esperaba que ese incremento en las retribuciones

contribuiría a elevar la calidad de los servicios médicos que reciben

los cubanos de a pie, y así mitigar las críticas de la población.



Sin embargo, todo hace indicar que no se van a cumplir los vaticinios.

Al menos a esa conclusión arribamos tras la celebración en días pasados

de una reunión del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Salud.

Allí, ante la presencia de Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario

general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), se dijo que es

fundamental el trabajo político e ideológico con los médicos, enfermeras

y el resto del personal de ese sector, con vistas a que cumplan

cabalmente con sus funciones. Algo así como un intento —por supuesto,

totalmente extemporáneo— de revivir las prédicas guevaristas en torno a

la preeminencia de los estímulos morales.



Días después, y como para ratificar la hipótesis anterior, el periódico

Trabajadores informaba (edición del lunes 21 de abril) de la sustitución

de la doctora María Isabel Martínez Martín como secretaria general de

ese Sindicato, y del nombramiento en ese cargo del también doctor

Santiago Badía González. Este señor, de 44 años de edad, lleva 17 como

cuadro administrativo o político en el Sistema de la Salud. Es decir,

que casi el 85 por ciento de su trayectoria laboral ha transcurrido como

propagandista progubernamental, y no en la práctica de la medicina. Ni

más ni menos que la persona que buscaban las autoridades para que "obre

el milagro" de recuperar el maltrecho sector.



El señor Badía recibe la jefatura sindical en momentos en que aumenta la

solicitud de médicos por parte de Venezuela. Nicolás Maduro no cesa de

pedir especialistas cubanos de la salud, bien sea para reponer las bajas

producidas por las deserciones, o en su afán de extender la cobertura

médica hacia los sitios más apartados de la geografía venezolana, y así

obtener el favor político de esas comunidades.



Por supuesto, al castrismo no le queda otra alternativa que responder

afirmativamente al pedido de sus sostenedores caraqueños. Un gran

revuelo se ha armado en estos días, a lo largo y ancho de la Isla, para

seleccionar a los médicos y enfermeras que deben partir hacia la nación

suramericana. Se trata de escoger a todos los que se puedan, sin

importar cómo quedan los servicios médicos en la isla.



Uno de los eslabones más afectados en esta política será el Médico de

Familia. Se comenta que serán eliminados muchos de los consultorios de

dichos facultativos. Por ejemplo, en aquellas circunscripciones donde

haya cuatro o cinco consultorios del Médico de Familia, solo quedarán

dos, a lo sumo. Lógicamente, ello traerá consigo el malestar de la

población, que deberá dedicar más tiempo y energías para acceder a una

consulta médica. Y no se piense en el envío a Venezuela de galenos

experimentados. Esta nueva oleada la componen, en buena medida, médicos

muy jóvenes, algunos de ellos recién graduados, que lo único que hacían

aquí era recetar pastillas y medir la presión arterial.



En tales circunstancias recaerá un esfuerzo adicional sobre los médicos

que permanezcan en Cuba. Aunque, en el caso de los Médicos de Familia,

no cabría hablar de una labor adicional, sino de acometer una jornada

laboral más razonable, que satisfaga a un número mayor de pacientes.

Hasta ahora, esos médicos solo trabajan la jornada de la mañana, y

después se marchan sin hacer terreno ni visitar a enfermos encamados,

pues muchos de ellos no residen en la vivienda contigua a los

consultorios. Se prevé que en lo adelante deban mantener los

consultorios abiertos hasta las cinco de la tarde.



Sea de una u otra manera, lo cierto es que a Santiago Badía González y

sus seguidores en el sindicato les espera un dura faena en pos de

convencer a los médicos y enfermeras para que mejoren los servicios en

las nuevas condiciones. Porque, después de todo, ¿qué representan 1.110

pesos cubanos de salario mensual —ese será el aumento— para un Médico de

Familia? Unos 46 dólares. Casi en los marcos de la pobreza según los

estándares internacionales.



Source: Servicios médicos: no bastan los aumentos salariales | Diario de

Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1398415250_8301.html

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