Obama recluta apoyos en la derecha para la reconciliación con Cuba
El presidente estadounidense encuentra amplia cobertura política para el
giro hacia la isla
Caracas rompe la unidad de la OEA ante el deshielo de EE UU y Cuba
MARC BASSETS Washington 24 DIC 2014 - 01:51 CET51
El presidente Barack Obama no dio un salto al vacío cuando la semana
pasada anunció la normalización de las relaciones de Estados Unidos con
Cuba. Contaba con amplio apoyo en su partido, el demócrata. Y sabía que,
para las nuevas generaciones de cubanoamericanos, el embargo comercial
tiene cada vez menos sentido y la reconciliación ha dejado de ser un tabú.
Entre quienes en EE UU aplauden la iniciativa de Obama, se encuentran
además algunos de sus críticos más feroces, desde políticos del ala
derecha del Partido Republicano a grupos de presión que llevan años
dedicados a socavar el programa del presidente.
La normalización con Cuba choca con resistencias en el Congreso
"50 años de aislamiento no han funcionado"
"No puedes permitir que la amargura gobierne una política exterior,
aunque esta amargura sea legítima", escribe en The Wall Street Journal
Peggy Noonan, una de las columnistas conservadoras más agudas en sus
ataques a Obama. Noonan, que en los años ochenta escribió algunos de los
mejores discursos de Ronald Reagan, alude a la "amargura" de las viejas
generaciones de exiliados, que hasta ahora han condicionado la política
de la primera potencia mundial hacia la isla caribeña.
La página editorial de The Wall Street Journal, biblia del libre mercado
y del conservadurismo, cuestionó los motivos del presidente pero recordó
que hace 20 años el diario ya pidió el levantamiento del embargo comercial.
El pragmatismo y la realpolitik, una doctrina asociada históricamente al
conservadurismo, son el denominador común de quienes apoyan el giro
hacia Cuba. Éstos constatan que más de medio siglo de Guerra Fría y
embargo comercial no han funcionado, que han sido inútiles para derrocar
a los Castro y propiciar la democratización y el respeto de los derechos
humanos.
Otro factor explica el apoyo conservador a Obama: la defensa del libre
mercado y el libre comercio, lo que en Europa se llamaría el liberalismo
económico. Las restricciones al comercio y a los viajes son, a fin de
cuentas, frenos al flujo de mercancías y capitales.
La realpolitik y el libre mercado confluyen en otro argumento: el del
interés de las empresas norteamericanas. Ninguna quiere quedarse
rezagada cuando la suculenta isla se abra al capitalismo. Las firmas
europeas, asiáticas y latinoamericanas les sacan ventaja.
De ahí que dos de los lobbies más activos en favor del deshielo sean la
Cámara de Comercio de EE UU y la Federación de Oficinas Agrícolas
Americanas. La primera es el principal lobby empresarial, enfrentado a
Obama en cuestiones como la reducción de las emisiones contaminantes y
la reforma sanitaria. La segunda es el lobby rural, y su aplauso al
presidente refleja la esperanza de que la nueva etapa permita aumentar
las exportaciones de productos agrícolas. No es casualidad que sea en el
Medio Oeste, el granero de EE UU, donde la iniciativa del presidente
cuente con mayores complicidades.
¿Significan estos apoyos que Obama lo tendrá fácil para imponer el
acercamiento a La Habana? No. Obama puede reanudar las relaciones
diplomáticas, sacar a Cuba de la lista de países que patrocinan el
terrorismo y facilitar los viajes y el comercio. Pero el Congreso posee
la llave del embargo comercial. Y no parece dispuesto a levantarlo en lo
que le queda a Obama de mandato, hasta enero de 2017.
Las voces de los legisladores de origen cubano han sido estos días las
que más se han escuchado: todos, republicanos y demócratas, en contra de
Obama. En las últimas décadas el Congreso ha delegado en ellos buena
parte de las decisiones sobre Cuba. Es posible que esto también cambie.
Tan llamativo como las declaraciones de senadores como el republicano
Marco Rubio o el demócrata Bob Menéndez es el silencio de la mayoría de
legisladores, muchos procedentes de Estados y distritos que aspiran a
beneficiarse del giro.
Otros hablan claro. Como el senador Jeff Flake, un hombre de la órbita
del movimiento populista Tea Party que, sin embargo, ha sido uno de los
aliados más eficaces de la Casa Blanca en el año y medio de
negociaciones con Cuba. Otras figuras emergentes de la derecha, como el
senador republicano Rand Paul, también han aplaudido al presidente.
Paul, como Rubio, sopesa presentarse a suceder a Obama en la Casa
Blanca. Cuba se ha infiltrado en la campaña presidencial.
Source: Obama recluta apoyos en la derecha para la reconciliación con
Cuba | Internacional | EL PAÍS -
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/24/actualidad/1419382295_520560.html
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