Friday, August 12, 2011 | Por Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) – El sistema empresarial
cubano está integrado por 3 mil empresas y unidades presupuestadas.
Debido a que las mismas continúan sujetas a los dictámenes de sus
ministerios, no son autónomas y sus acciones dependen de las instancias
superiores.
Como resultado de esa centralización, los planes del presente año están
plagados de deficiencias, originadas por la mala planificación, lo que
ha provocado que al cierre del semestre un número significativo de
empresas acumulen pérdidas de consideración.
Ante el desajuste gasto-ingreso que confrontan muchas empresas por los
incumplimientos de sus planes, sus ganancias han estado por debajo de lo
planificado. Como no tienen fondos para pagar el salario de los
trabajadores, algunas se han declarado insolventes. Ante tal situación,
el gobierno tuvo que destinar multimillonarias partidas del presupuesto
nacional para el pago de los salarios.
Las empresas con mayores pérdidas se reportan en el sector azucarero,
por los bajos rendimientos cañeros y las ineficiencias de la industria.
A lo anterior se suma el incumplimiento de ingresos al presupuesto
nacional de un significativo número de empresas de comercio y
gastronomía, lo cual obligó al gobierno a destinar 587 millones 900 mil
pesos para subsidiarlas.
Si bien el gobierno se reserva la información relacionada con el total
de empresas insolventes, y a los trabajadores se les paga el salario sin
repuesta productiva, resulta contradictorio que se afirme que en el
semestre hubo una positiva correlación de la productividad con el
salario medio.
Las empresas agrícolas, por las distorsiones en que están atrapadas, la
mala planificación y otros problemas, incumplieron en junio en 11
renglones, todos de gran impacto, porque tienen que ver con la
sustitución de importaciones. Algo similar ocurrió en las empresas de
los ministerios de la Industria Ligera, Informáticas y Comunicaciones,
Construcción, Sideromecánica y los centros de productos biotecnológicos.
Estas empresas que reportan pérdidas, resultan una carga onerosa al
presupuesto nacional, porque al ser sus gastos mayores que sus ingresos,
absorben montos significativos del presupuesto.
La solución para acabar con ese desajuste, es que el gobierno cumpla con
los lineamientos 17 y 18 aprobados en el VI Congreso del Partido
Comunista, que señalan que las empresas con pérdidas sostenidas serán
sometidas a un proceso de liquidación y no recibirán subsidios ni
financiamiento del Estado.
El lineamiento 17 plantea que las empresas insolventes podrán ser
transformadas en otra forma de gestión no estatal. Esto da la
posibilidad de que sean licitadas públicamente para que ciudadanos
cubanos o extranjeros las adquieran y conviertan en entes capaces de
auto gestionarse, y en cooperativas con capital mixto o privado.
Estas empresas reúnen a miles de trabajadores que cobran salarios sin
resultados económicos. Por las pérdidas que reportan, técnicamente están
en quiebra, pero continúan funcionando por el dinero que les asigna el
gobierno, para que los trabajadores no queden en el aire.
Los millonarios gastos asignados para mantener estas empresas, no deben
continuar. Son una suerte de maldición para la economía, y no queda otra
alternativa que ponerles fin.
http://www.cubanet.org/articulos/la-maldicion-de-la-ineficiencia/
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