La agenda política de la población cubana
Los 12 lineamientos creados o votados por más de 10.000 ciudadanos
pueden ser propuestos como iniciativa de ley, de acuerdo a la
Constitución de la República
Marlene Azor Hernández, México DF | 29/09/2011
El artículo 88, de la Constitución cubana dice en su inciso 4:
La iniciativa de las leyes compete a los ciudadanos. En este caso será
requisito indispensable que ejerciten la iniciativa diez mil ciudadanos
por lo menos, que tengan la condición de electores (Constitución de la
República de Cuba).
Al cabo de 14 años sin realizar un Congreso, eran grandes las
expectativas de la ciudadanía con relación a los cambios evidentemente
necesarios para salir de una crisis que no ha logrado recuperar ni la
capacidad productiva ni los niveles de vida del año 1989, último año de
subsidio soviético. Por ello, la convocatoria a discutir las políticas
globales económicas y sociales levantó determinadas esperanzas. El
presente análisis de sus resultados nos permite, por una parte, inferir
la agenda de la población cubana y, por otra, constatar el tipo de
cultura política que se incentiva desde el Gobierno.
Asistieron a las reuniones 8 millones 913 mil 838 ciudadanos. De ellos
solo el 33,87 % intervino. Las cuestiones más demandadas por la
población[1] están en 12 lineamientos, que en orden de importancia, por
el número de ciudadanos que las proponen, son las siguientes:[2]
Temas Opiniones
1. Gradualidad en la eliminación de la libreta de racionamiento.[3] 54.979
2. Estabilidad de los precios no estatales. 32.171 NL
3. Venta liberada de combustible doméstico y tecnologías avanzadas de
cocción. 22.599 NL
4. Atención priorizada al transporte de pasajeros. 16.875 NL
5. Mejoramiento de condiciones de trabajo del personal de la salud y su
atención a la población. 16.600
6. Compra y venta de medios automotores. 13.816 NL
7. Superación y atención a docentes. Papel de la familia en la
educación. 13.126
8. Venta de materiales de construcción, con subsidio a personas de más
bajos ingresos. 13.012 NL
9. Mejorar el transporte terrestre y marítimo, carga y de pasajeros. 12.247
10. Pedido de viajar los nacionales como turistas al exterior. 11.195
11. Establecer la compraventa de viviendas y agilizar trámites para
permutas, remodelación y arriendo de viviendas. 10.942
12. Mejorar el transporte del sistema de Salud y el servicio de
urgencias a la población. 10.665
Si unimos los puntos coincidentes de los asuntos más demandados por la
población, podemos afirmar que se refieren directamente a los problemas
de la vida cotidiana: la falta de capacidad adquisitiva de la población
para resolver sus necesidades básicas es el problema más grave señalado
con un total de 87.150 intervenciones. Le sigue el deterioro de los
servicios de salud y educación con 40.391 opiniones; el transporte ocupa
el tercer lugar de preocupación, con 29.122. El cuarto problema es la
vivienda, con 23.945 opiniones, y el quinto problema es el combustible
doméstico, con 22.599 opiniones. Como resultado de una campaña nacional
de ahorro, se le impuso a la población cambiar el gas y el keroseno por
cocinas eléctricas. Con la subida del precio del kilowat hasta un 280 %
a inicios de este año —a los que consumen más de 300kh al mes—,
difícilmente la familia cubana promedio puede cubrir ese gasto. Le
siguen en importancia entre los más demandados, la venta de equipos
automotores y la posibilidad de salir al exterior como turistas.
La preocupación central de la población son los problemas de la
sobrevivencia, resultado del drástico deterioro masivo de las
condiciones de su reproducción en más de veinte años de crisis. Los
pronunciamientos masivos no tienen que ver con las formas de control
ciudadano, ni con la rendición de cuentas de la gestión estatal. No
obstante, desconocemos el contenido de las 50 mil demandas que fueron
rechazadas o que, según el documento, "están en estudio"; puede que en
este rubro se incluyan demandas más ligadas a demandas civiles y políticas.
A partir de lo publicado, apreciamos que la ciudadanía poco se pronuncia
por las políticas globales de la industria, la agricultura, el comercio
exterior, la política energética, inversiones [4], el turismo, la
política científica, cultural o el deporte. Esto es consecuencia, por
una parte, de la acumulación de la insatisfacción de sus necesidades
básicas y, por otra, de una cultura sobre la participación estrictamente
acotada desde el punto de vista político, en la cual se combina la
percepción de la imposibilidad real de proponer alternativas políticas
(porque el debate está limitado solo para discutir los problemas
económicos y sociales) y el desconocimiento de formas autónomas de
control y de gestión ciudadano.
Así desde el partido-estado se incentiva la desconexión de la política y
la apatía ciudadana sobre los asuntos nacionales que no tienen que ver
directamente con la supervivencia inmediata. Un fuerte discurso
anticapitalista hegemónico produce el efecto contrario en condiciones de
participación "movilizativa" general o "consultiva" parroquial (en temas
y en pequeños espacios sin conexión), algo que la prensa y el resto de
los medios podría suplir, o el propio documento aclarar, socializando el
contenido de las demandas de la población, pero esta transparencia
informativa no está en la agenda del Estado cubano.
Las condiciones de censura en que se ha socializado a la población
cubana, les ha hecho comprender que el poder de decidir los puntos de la
agenda para los cambios, que es el verdadero poder, queda fuera de su
competencia. Pero por ahora, en lo que se le está permitido, los 12
lineamientos creados o votados por más de 10.000 ciudadanos pueden ser
propuestos como iniciativa de ley, de acuerdo a la Constitución de la
República.
[1] El criterio para seleccionar las demandas más importantes para la
población, ha sido aquellas que hayan sido pedidas por 10.000, o por más
de 10.000 ciudadanos en toda la república.
[2] Entre los más demandados, aquellos que son nuevos, propuestos por la
ciudadanía, aparecen al lado del número de opiniones con las letras NL
(nuevo lineamiento).
[3] Considerando las condiciones que garanticen los niveles de
producción y oferta de los productos básicos a precios accesibles a
todos los ciudadanos.
[4] Hay un fuerte descontento, al menos en la intelectualidad cubana,
sobre las consecuencias y las maneras en que el Estado está negociando
la dependencia económica del país con el capital transnacional: las
zonas económicas especiales, los campos de golf para el turismo de lujo,
el mercado inmobiliario para extranjeros, y la prontitud y opacidad de
las medidas legales y operacionales para realizarlas, en contraste con
la lentitud de iguales desempeños para la economía interna.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/la-agenda-politica-de-la-poblacion-cubana-268712
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