sábado, 31 de agosto de 2013

Canadienses aventajan a EEUU en planes para Cuba

Canadienses aventajan a EEUU en planes para Cuba
El embargo de EE.UU. contra el gobierno cubano les permite ocupar
espacios de negocios que de otro modo estarían totalmente copados por
compañías estadounidenses.
Rolando Cartaya
agosto 30, 2013

Un canadiense que se mudó a vivir en Cuba el año pasado reporta en el
Globe & Mail de Toronto cómo "una Cuba más abierta a los negocios recibe
una mano de Canadá".

Aunque por lo que expone el autor, Stephen Wicary, su país natal más que
estar ayudando, se está ayudando a sí mismo, al apurarse a llenar en la
isla los nichos reales o potenciales de mercado a los que no pueden
acceder las compañías estadounidenses vetadas por el embargo.

Wicary, que se mudó con su esposa a Cuba en julio del 2012, afirma que
el país caribeño ha experimentado un continuo relajamiento de las reglas
desde que Raúl Castro reemplazó en 2006 a su hermano enfermo, Fidel.

El colaborador del Globe & Mail detalla cómo en 2011 el Partido
Comunista aprobó un plan de cinco años para redefinir el socialismo
cubano mediante el aumento de la producción de alimentos, la creación de
un robusto (aunque todavía controlado ) sector privado con un sistema de
impuestos.

También --dice-- por medio de la reducción del sector estatal a través
del despido de más de un millón de trabajadores, o una quinta parte de
la fuerza laboral [esto último puede contrastarse con datos actualizados
ofrecidos por un economista cubanoamericano. En un reciente artículo
para el diario español El País, Carmelo Mesa-Lago señalaba que en 2010
se estimó entre 1,3 y 1,8 millones el número de empleados estatales
innecesarios que había que despedir; frente a una meta de un millón en
2011, solo 365.000 fueron despedidos en 2012]

Los fines del Estado, según Wicary, serían "continuar facilitando de
manera sostenible y gratuita salud pública, educación, vivienda y otros
servicios básicos".

El reportaje del periódico de Ontario toma nota de cambios específicos
introducidos por Raúl Castro en materia de negocios, como legalizar los
suplementos que pagan las empresas foráneas a los trabajadores cubanos;
extender de 50 a 99 años el plazo de los arrendamientos de tierras a
empresas extranjeras (un dulce incentivo para los urbanizadores), y
fortalecer "la pequeña empresa" mediante la emisión de licencias a
"empresarios" --de forma rápida y prolíficamente - en decenas de oficios
recién legalizados.

El autor recuerda como "durante el estrés del período especial" la
compañía Sherrit International inyectó una dosis de capitalismo
canadiense a Cuba, traducida en una empresa mixta con el Estado cubano
para explotar las minas de níquel y cobalto de la provincia oriental de
Holguín y exportar a todo el mundo.

Y también como desde los 90, cuando Cuba abrió sus playas a los turistas
extranjeros, los canadienses han representado la mayor fracción del
turismo extranjero, actualmente un tercio de los cerca de tres millones
de vacacionistas anuales.

LA LIEBRE Y... EL ELEFANTE

El canadiense establecido en Cuba preguntó a un coterráneo que lleva 20
años en La Habana sobre el potencial que tiene Cuba para las empresas de
su país.

Según el abogado Gregory Biniowsky, "Cuba es la isla más grande del
Caribe [con 11,2 millones de personas] . Tiene zonas agrícolas
importantes . Tiene una población altamente educada que puede insertarse
en la economía mundial de producciones de alto valor agregado" .

Además,están "la riqueza de recursos naturales que Sherritt y otros
están extrayendo; el éxito razonable de Cuba en la lucha contra la
corrupción, comparada con otros países de Amérlica Latina, y el hecho de
que, a diferencia de otros países de la región ,está en gran parte libre
de delitos violentos" .

Para Wicary, en cambio, la mayor ventaja que tiene Canadá en Cuba está
en la desventaja estadounidense. "El embargo –escribe-- representa una
doble oportunidad para las empresas canadienses: la cancha se mantendrá
notablemente despejada mientras el embargo esté vigente, y en caso de
que se levante Cuba será mucho más rentable" .

Por eso las firmas de Canadá están corriendo mientras pueden. Dice
Biniowsky: "Sencillamente estamos llenando un vacío que de otro modo
estaría totalmente copado por las compañías de EE.UU".

Una de las que apuesta por el futuro de Cuba es 360 Vox Corp., que tiene
su sede central en Montreal. Se dedica a construir instalaciones para el
turismo, y tiene tres grandes proyectos en la isla.

Guy Chartier, ejecutivo principal de la división Cuba de la empresa,
señala que poder llevar su experiencia a un mercado en el que no
compiten con su vecino del sur ya abre una ventana de oportunidad,
mientras que, si solamente se levantara la prohibición de viajar a Cuba
que pesa sobre los estadounidenses, sería como una bonificación.

360 Vox espera comenzar a principios del próximo año las obras del que
se convertirá en el hotel de cinco estrellas Monte Barreto, de cara al
mar junto al acuario nacional en Miramar, al oeste de La Habana.
Chartier espera que su ubicación, en la ruta al puerto de Mariel,
atraiga a los empresarios extranjeros , técnicos y profesionales que
inundarán la capital de la isla una vez que se inaugure el puerto
ampliado y la zona de libre comercio.

Después de que comience la construcción del Monte Barreto, la empresa se
concentrará en un plan para desarrollar Jibacoa ,"una soñolienta franja
de playa a mitad de camino entre La Habana y Varadero" (en el pasado se
destinaba al "campismo popular", la única alternativa que hasta 2008
ofrecía el gobierno a sus nacionales, vetados en los hoteles de
turismo). El proyecto de Jibacoa incluye un campo de golf, puerto
deportivo, hoteles y villas privadas.

A más largo plazo, 360 Vox también tiene planes para construir un centro
turístico en Cayo Largo, un cayo al sur de la isla de Cuba (que tiene
algunas de las mejores playas del mundo y que sigue siendo exclusivo
para el turismo extranjero) donde Fidel Castro y Pierre Trudeau
practicaron juntos la pesca submarina en 1976.

DEL EMBARGO Y LA LUPA

Claro que los hombres de negocios canadienses se toman sus precauciones.
Tres miembros del personal de 360 Vox en La Habana son abogados cuya
primera tarea en cualquier proyecto es escudriñar minuciosamente los
registros de títulos de tierras para averiguar quién era el propietario
del sitio antes de 1959.

"Si eran estadounidenses, se considera intocable, porque no queremos
estar en una posición en la que se considere que estamos traficando con
bienes reclamados", dice Chartier.

Si por el contrario eran cubanos, la firma debe determinar si se
quedaron en Cuba o se fueron; y si se fueron, adónde. A continuación, se
investiga si los propietarios o sus parientes han presentado desde
entonces reclamaciones legales sobre los terrenos .

Por último, 360 Vox lleva sus conclusiones a un bufete de abogados de
EE.UU. para conocer su opinión antes de que cualquier proyecto pueda
continuar. De lo contrario, la empresa podría ser demandada bajo la Ley
Helms -Burton, que prevé sanciones contra quienes inviertan en activos
estadounidenses intervenidos por el gobierno cubano décadas atrás.

SER CANADIENSE NO TE HACE INMUNE

Otra preocupación de los inversores canadienses es la campaña contra la
corrupción. Raúl Castro está librando una batalla contra los delitos de
corrupción, y entre las bajas se cuentan los ejecutivos de tres empresas
extranjeras (un británico y dos canadienses).

Los comerciantes del área de Toronto Sarkis Yacoubian, director de
Tri-Star Caribbean, y Cy Tokmakjian, presidente del Grupo Tokmakjian,
dirigían prósperos negocios rivales de venta de vehículos y equipos
pesados al Estado cubano cuando fueron detenidos en 2011, y recluidos
sin cargos durante casi dos años.

A pesar de su cooperación con las autoridades, Yacoubian fue juzgado y
condenado a nueve años de cárcel. Tokmakjian, de 73 años, permanece en
prisión todavía sin cargos.

Para aquellos empresarios canadienses a los que se les encienden en los
ojos signos de dólar ante el mercado prácticamente virgen cubano, un
diplomático de su país que fue embajador en La Habana (993-1997) tiene
un consejo sano.

Mark Entwistle habrá estado unas cien horas cara a cara con Fidel
Castro. Actualmente dirige una consultoría de asuntos cubanos en Toronto.

"Uno tiene que escuchar atentamente lo que dicen los cubanos", advierte.
"Estos cambios están destinados a hacer que el peculiar modelo
socialista de Cuba funcione mejor. No a reemplazarlo".

Source: "Canadienses aventajan a EEUU en planes para Cuba" -
http://www.martinoticias.com/content/article/26968.html

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