jueves, 29 de agosto de 2013

Análisis de las declaraciones de Mariano Murillo, encargado de las reformas económicas en Cuba

Análisis de las declaraciones de Mariano Murillo, encargado de las

reformas económicas en Cuba

[29-08-2013]

Héctor Maseda y Roberto Díaz Vázquez

Grupo Decoro



(www.miscelaneasdecuba.net).- Sorprenden, a especialistas y entendidos

en la materia, las declaraciones efectuadas por el Sr. Marino Murillo

Jorge, encargado de la puesta en marcha de los Nuevos Lineamientos de la

Política Económica y Social de Cuba, a tal punto que no pueden pasarse

por alto algunas de las ideas expuestas por él en la sesión final de la

Asamblea Nacional del Poder Popular, correspondiente a la VIII

Legislatura realizada en junio del año 2013 sobre el tema y que nos

obligan a reflexionar acerca de ellas.

Marino Murillo Jorge (MMJ) afirmó en su intervención que: "El desarrollo

es la razón de ser de la Revolución".



Los autores consideramos que sí esta afirmación es cierta y no una

falsedad consciente de quien la expresó, entonces podemos afirmar que

nunca ha existido en Cuba una Revolución (si consideramos que este

término significa cambios evolutivos, aunque acelerados), para nosotros

ha equivocado el vocablo. ¿No habrá querido decir INVOLUCIÓN?



Murillo Jorge señaló en otra parte de su discurso que: "En Cuba existe y

existirá la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción".



Los autores de este ensayo le respondemos que esa idea es poco seria y

sólo provoca hilaridad. Social significa de todos, de la colectividad.

Luego propiedad social equivale a decir: propiedad del pueblo. Si los

medios de producción son una propiedad del pueblo, ¿cuál es la

explicación razonable para que éste actúe en contra de sus intereses y

lleve al país a la crisis social, política y económica que por más de 50

años sufrimos? Luego es una falsedad generada en su totalidad por los

defensores que, como Murillo, controlan lo que denominaremos un modelo

de gobernabilidad "FEUDAL-COMUNISTA", aplicada por las máximas

instancias de poder en el país. ¿Qué programa de desarrollo podría

generarse en la Cuba dominada actualmente por los más desastrosos

métodos políticos y económicos conocidos, que solo han motivado una

pobreza extrema creciente y sostenida? Es insultante afirmar semejante

desatino.



Incluso MMJ llegó a sostener que: "En la conceptualización de ese

modelo, no hay transformación de la propiedad, sino una modernización de

la gestión de esa propiedad".



En nuestra opinión valoramos que resulta indignante se quiera manipular

de manera tan burda el intelecto del cubano. ¿Qué se podría modernizar

en la gestión de la propiedad cuando en la Cuba de hoy no existen leyes

que garanticen una verdadera autonomía para el propietario e incluso se

recrudecen las disposiciones de control gubernamental, que ya existían,

para absolutizarlas? Se pretende, además, dar una visión de apertura a

la repartición de lo más jugoso en materia empresarial entre la casta

gobernante y todo esto, motivado por el irremediable paso del tiempo y

la urgencia de beneficiar, financiera y políticamente, a sus familiares

e incondicionales que la apoyan.



En otro momento de su intervención, el Zar de la economía cubana precisó

que: "(…) la actualización fija bien claro los principios del socialismo

cubano y son sus fundamentos los que encierran la modernización de la

gestión".



Los autores de este ensayo nos preguntamos: ¿Quién sabe cuál es el

socialismo cubano? ¿De qué socialismo están hablando? ¿Del anunciado por

Karl Marx y Federico Engels? Ambos afirmaban que cada ciudadano diera a

la sociedad de acuerdo a su conocimiento y, a cambio, recibiría según su

trabajo, principio socio-económico que no se cumple si observamos la

diferencia abismal que existe entre el costo de vida y la escala de

salarios existente en la nación, cuando en realidad deberían moverse en

equilibrio con un mínimo de diferencia. Lo cierto es que el modelo

económico que existe en estos momentos en Cuba, si deseamos utilizar un

término económico más moderno, también lo podríamos llamar "Capitalismo

Monopolista de Ultraizquierda" en manos de un grupo de privilegiados: La

familia Castro y sus incondicionales colaboradores.



Para fortalecer sus puntos de vista, Murillo Jorge invocó el Lineamiento

número 2, en el cual se lee: "El modelo de gestión reconoce y promueve,

además de la empresa estatal socialista -que es la forma principal en la

economía nacional- las modalidades de inversión extranjera previstas en

la ley (empresas mixtas y contratos de asociación económica

internacional, entre otras), así como las cooperativas, los agricultores

pequeños, los usufructuarios, los arrendatarios, los trabajadores por

cuenta propia y otras variantes, todas las que, en conjunto, deben

contribuir a elevar la eficiencia".



Para los autores de ésta réplica, ese planteamiento responde de manera

objetiva a la interrogante que algunos de los que sostienen el sistema

político cubano, podrían tener el criterio de que su aplicación en Cuba

establece, a su juicio, un modelo económico viable; cuando en realidad

cualquier variante que no respete las leyes económicas en su espíritu…

¡NO FUNCIONA! Ni en Cuba ni en otra latitud geográfica del planeta. Es

entonces que deben recurrir al método capitalista de producción y

conducción del capital para su subsistencia convirtiéndose, por lo

tanto, en un sistema clasista, donde los estratos sociales se verán

definidos en explotadores o dueños totales de la economía por un lado; y

del otro, explotados, o sea, el ciudadano común, sin posibilidades

reales de un desarrollo manifiesto de su situación regida, como es

lógico, por los primeros, o lo que es igual: un nuevo modelo creado por

ese grupo gobernante y que ya lo bautizamos con dos títulos diferentes

pero que responden al mismo desastre socio-económico.



Como parte de la propia conceptualización del tema tratado, Murillo

Jorge precisó: "(…) su esencia está recogida en los lineamientos, los

que tienen en cuenta, en primer lugar, el desarrollo de las fuerzas

productivas", y en ese sentido, precisó: "hay que ir a un funcionamiento

menos administrativo de la economía". Redondeando su idea al decir que:

"(…) en ese desempeño, la planificación tiene que ser el principal

instrumento de trabajo", al definirla como: "el eje para alcanzar el

equilibrio macroeconómico, (pues) sin ello no puede haber desarrollo".



Los autores de estas reflexiones debemos detenernos obligatoriamente en

este punto, donde Murillo se apoya en dos conceptos económicos:

planificación y equilibrio macroeconómico.



Parece que a la camarilla gobernante y a sus "economistas" se les olvida

que el control planificado de la economía de carácter socialista al

estilo soviético, hundió en un abismo sin fondo todas las ganancias que

se pudiesen haber generado en Cuba durante más de 50 años. Por otro

lado, Cuba no tiene una microeconomía, pues la que existió hasta el año

1959, la destruyeron lo hermanos Castro. Menos aún puede hablarse de

macroeconomía, precisamente cuando se maneja un país entero como un

feudo propio. Las desatenciones de todo tipo sobre los valores

económicos emergentes se pierden de vista y esto sucede, en mayor grado,

cuando ninguno de los planes realizados ha pretendido lograr un cambio

sustancial en la vida del cubano que no gobierna (99% de la población).

Esto, sin olvidar que para el año 1958 Cuba ostentaba uno de los

primeros lugares en desarrollo de Latinoamérica y hoy, ni siquiera puede

hablarse de subdesarrollo, pues las principales industrias nacionales o

fueron desmanteladas (Centrales azucareros, flota mercante, … entre

muchos otros) o sencillamente rentadas por empresarios extranjeros que

ayudan al sostenimiento del régimen cubano y que para nada interactúan

verdaderamente en la vida del país, pues de esos negocios, el cubano

promedio no se entera debido al control gubernamental de la información.



Por último el también Vicepresidente del Consejo de Ministros utilizó el

concepto de la actualización, al decir que ratificaba la frase del

Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de

Ejército, Raúl Castro Ruz, cuando dijo que: "(…) estamos construyendo un

socialismo próspero y sostenible". Murillo desglosó las tres palabras

haciéndolas corresponder con el modelo que desarrollamos: "socialismo,

presupone propiedad social sobre los principales medios de producción;

próspero, significa estado de bienestar; y sostenible, es sinónimo de

desarrollo, porque sin él, no se sostiene nada".



¡Es el colmo de la falacia! Sí el socialismo presupone realmente la

propiedad social, es decir del pueblo ¿Por qué razón el cubano es cada

día más pobre, con un salario promedio de 14 US$ al mes? Insuficientes

incluso para alimentarse precariamente él y su familia. ¿Qué socialismo

ha resultado próspero fuera del papel en que se escriben las supuestas

bondades de este experimento de ingeniería social? ¿Cuál ha resultado en

un bienestar verdaderamente sostenible para los países que lo han

sufrido como método? De acuerdo a los datos que disponemos, afirmamos:

NINGUNO.



La sostenibilidad se logra mediante un aumento continuo de la economía,

de las producciones diversas y la calidad de los servicios, que a su

vez, se traducen en mejoras constantes para la sociedad (es posible que

nuestros gobernantes y sus servidores, con su afán de tener siempre la

razón, no entiendan realmente el significado del término). ¡Qué lástima!



(Fin de la primera parte).



Source: "Análisis de las declaraciones de Mariano Murillo, encargado de

las reformas económicas en Cuba - Misceláneas de Cuba" -

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/521ef9593a682e0ee0f8b47b

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