miércoles, 2 de abril de 2014

Sin pausa, pero con prisa

Sin pausa, pero con prisa

DIMAS CASTELLANOS | La Habana | 2 Abr 2014 - 9:34 am.



La nueva ley de inversiones, ¿va a dejar fuera a los cubanos residentes

en el extranjero? ¿Y contempla a los residentes en la Isla?



Con el tiempo en contra, a los múltiples fracasos por recuperar la

economía nacional se han unido la inminente pérdida de las subvenciones

de Venezuela y la escasa disposición del capital extranjero para

invertir en la Isla. La conjunción de esos hechos ha obligado al

Gobierno a la introducción de nuevos cambios y a sustituir —sin

declararlo— el contraproducente lema "Sin prisa pero sin pausa" por el

contrario: "Con prisa y sin pausa".



Como el marco legal para la inversión en Cuba es atípico para empresas

que operan con economías de mercado, ante el nulo efecto que tuvo el

Decreto Ley de septiembre de 2013 (mediante el cual se aprobó la Zona

Especial de Desarrollo Mariel con el objetivo de atraer la inversión

foránea), la necesidad de hacer evidente la disposición al cambio ha

conducido, con evidente prisa, a la sustitución de la Ley 77 de

Inversiones Extranjeras de 1995 por otra más moderna, flexible y

transparente. Una decisión que estaba pendiente desde el año 2012 y que,

por tanto, debió tomarse antes de iniciarse la obra del puerto de Mariel

y no ahora.



A partir de mediados del presente mes de marzo se efectuaron cinco

reuniones regionales en las que participaron diputados de todas las

provincias, especialistas, funcionarios de los gobiernos municipales y

provinciales, representantes de las consultorías jurídicas

internacionales y asesores de empresas. En una carrera maratónica entre

el sábado 15 y el miércoles 19 del citado mes, en cada una de esas

reuniones el ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera,

Rodrigo Malmierca, explicó la política aprobada por el Consejo de

Ministros para la redacción del Anteproyecto. A la vez, la prensa

oficial dedicó grandes espacios a los reportes, comentarios y

entrevistas relacionadas con el tema.



La nueva legislación, orientada a la diversificación y ampliación de los

mercados de exportación, la sustitución de importaciones, la

modernización, la creación de infraestructuras y al cambio de patrones

tecnológicos, reforzará las garantías a los inversionistas, permitirá el

carácter prioritario de la inversión extranjera en casi todos los

sectores de la economía, la creación de una carpeta de inversiones, la

bonificaciones impositivas, excepciones totales en determinadas

circunstancias y mayor flexibilidad en materia aduanal, sin que el país

renuncie a su soberanía ni al socialismo. Es decir, sin "concesiones ni

retrocesos".



A pesar de los aspectos positivos, todo indica que las autoridades

cubanas, atadas a la mentalidad que predominó durante el último medio

siglo, han determinado que el Anteproyecto en "discusión" emerja preñado

de limitaciones y contradicciones.



Entre muchas de las limitaciones, uno de los problemas consiste en

definir si se brinda o no participación a los cubanos residentes en el

exterior; un derecho que nunca se debió prohibir y que resulta una justa

reivindicación. Una segunda parte de este problema consiste en si ese

derecho se hará extensible a los cubanos residentes en el país. Pues si

injusta e injustificada resulta la exclusión de los cubanos como ha

ocurrido hasta ahora, sería absurdo y contradictorio que se acepte a los

que residen fuera de la Isla y se mantenga en exclusión a los de adentro.



Muchos indicios conducen a pensar que ocurrirá esto último. Es decir,

que la Ley conservará el excluyente apellido de "Extranjera" para las

inversiones, con la inclusión de los cubanos residentes en el exterior.

De ser así, su título pudiera ser "Ley de Inversiones para todos, menos

para los cubanos que no optaron por no irse del país".



De ocurrir así, lo anterior convertiría a la nueva Ley en una

inaceptable violación de la Constitución vigente, la que en su artículo

14 reza: "la economía se basa en la propiedad socialista de todo el

pueblo sobre los medios fundamentales de producción". Es decir, ese

pueblo, supuesto propietario, queda excluido por razones de ubicación

geográfica del derecho de participar en el proceso inversionista de su

país, algo ajeno al derecho, a la cultura occidental de la cual somos

parte y contrario a la dignidad humana.



Además, se trataría de una decisión sin previa consulta al supuesto

dueño, al soberano, para conocer si está dispuesto a renunciar a ese

derecho constitucional y limitarse a servir como mano de obra.



Según el enciclopedista francés Juan Jacobo Rousseau, la soberanía es el

ejercicio de la voluntad general, un poder que se ejerce en nombre del

pueblo, pero en Cuba, a ese soberano, previamente limitado a realizar

por cuenta propia un listado de actividades casi todas de servicio

(carpintero, forrador de botones, desmochador de cocos, carretilleros o

vendedores de dulces), se les impide participar como empresarios en

pequeñas y medianas empresas.



Como puede verse, la nueva ley corrige algunos de los absurdos que han

espantado a los inversionistas del suelo cubano, pero a la vez, presenta

nuevas contradicciones que lastrarán sus posibles resultados. Si se

aprueba en la forma reseñada, la misma será, una vez más, la negación

del concepto martiano que falsamente enarbola el Gobierno, pues para

Martí el concepto de República era estado de igualdad de derecho de todo

el que haya nacido en Cuba.



En la realidad, Cuba es el único país de la región donde sus habitantes

carecen de un derecho tan elemental como el de participar, en calidad de

sujeto en las actividades económicas de su país, a pesar de contar con

sobradas iniciativas y formación profesional. Ojalá que, sin pausa, pero

con suficiente prisa, se rectifique una arbitrariedad que conduciría a

nuevos fracasos, ahora que el tiempo para los cambios está agotado y el

contexto nacional e internacional les son adversos.



Source: Sin pausa, pero con prisa | Diario de Cuba -

http://www.diariodecuba.com/cuba/1396391083_7931.html

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