Jueves 20 de Mayo de 2010 11:04 Agencias
El gobierno mantiene negociaciones con inversores foráneos para
coadministrar algunos de los ocho ingenios azucareros más grandes
construidos después de la revolución, según fuentes extranjeras y
cubanas allegadas a la industria, informó Reuters.
Se calcula que este año la Isla —que alguna vez fue el mayor exportador
mundial de azúcar—producirá poco más de 1,1 millones de toneladas de
azúcar, la cifra más baja desde 1905, según admitió el diario oficial
Granma.
Las inversiones en el sector enfrentan un gran obstáculo, la ley
estadounidense Helms-Burton, que penaliza los negocios con propiedades
expropiadas a norteamericanos.
Todos los ingenios azucareros y sus plantaciones, excepto ocho, fueron
construidos antes de la revolución y nacionalizados después de que Fidel
Castro asumió el poder.
El gobierno ha decidido reemplazar el Ministerio del Azúcar por un
holding estatal, similar a aquellos que dirigen las industrias petrolera
y de níquel. El ministro del Azúcar Luis Manuel Ávila renunció a
principios de mes, y el viceministro González Orlando Celso, nombrado
para reemplazarle, probablemente sea el último en dirigir la cartera.
En 1990, Cuba era el mayor exportador de azúcar en el mundo y el
producto representaba el 90% de sus ventas al exterior.
Actualmente, el azúcar representa menos de 5% de las exportaciones del país.
En 2002 el gobierno inició una fuerte "reestructuración" del sector que
implicó el cierre de la mitad de los centrales y la pérdida de unos
120.000 puestos de trabajo. Las tierras fueron destinadas a otros
cultivos, sin embargo nunca fue parte del plan llegar a la casi
destrucción de la industria azucarera.
En los últimos años, debido al alza de los precios del azúcar en el
mercado mundial, las autoridades han intentado revitalizar el sector,
pero no han tenido éxito.
La crisis del sector es un reflejo de otra más amplia, la de la
agricultura. La producción de café cayó de 60.000 toneladas en 1960 a
6.000 este año. La producción de cítricos será 60% inferior a la
obtenida hace una década y se importa casi el 80% de los alimentos que
se consumen.
El economista oficialista Ariel Terrero, citado por la AFP, dijo que la
industria azucarera necesita "un esquema de financiamiento más flexible
que la centralizada asignación de recursos".
Esto favorecería "el acceso a moneda dura, en un momento en que la
tendencia alcista de precios del azúcar en el mercado mundial pinta un
escenario atractivo para las inversiones extranjeras en esa industria".
"Una nueva política de precios al productor pondría este renglón a tono
con los cambios del resto de la agricultura y ayudaría a revertir el
decrecimiento de los cañaverales", afirmó el analista en la revista
estatal Bohemia.
Según Terrero, los productores sólo reciben poco más de 50 pesos (dos
dólares) por tonelada de caña un precio muy poco estimulante en
comparación con el que el Estado paga por otros productos agropecuarios.
Cuba necesita que esa industria vuelva a ser una alternativa "para
nuestra maltrecha economía", que ayude "a diversificar producciones y
exportaciones", agregó."
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