MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades cubanas rebajaron entre 20 y 30 por ciento los
precios de los materiales de construcción que se pueden adquirir en los
puntos de venta autorizados, para facilitar el acceso a estos productos
a todas aquellas personas interesadas en reformar o construir viviendas.
Los nuevos precios entraron en vigor este jueves, un par de días
después de que el Gobierno de Raúl Castro diera luz verde a la entrega
de créditos a las personas que ejercen el trabajo por cuenta propia, los
agricultores que acrediten legalmente la tenencia de tierra y los
interesados en comprar material para hacer reformas en sus hogares.
Las rebajas se aplicarán en los 122 renglones de productos
autorizados para ser vendidos a particulares, precisó Odalys Escandell,
viceministra primera del Ministerio de Comercio Interior, durante su
intervención en la comisión de Atención a los Servicios del Parlamento
cubano.
La decisión fue tomada tras lograr la estabilización en el
suministro de los productos, "pues muchos de estos surtidos se
encuentran actualmente en la categoría de lento movimiento", afirmó
Escandell en declaraciones citadas por los medios oficiales de la isla.
A partir de 2012, lo cubanos podrán acceder a 400 nuevos productos
para construcción y reformas de sus viviendas, confirmó la viceministra.
En enero de este año, Castro eliminó los subsidios y liberó el
mercado de venta de materiales de construcción para motivar a los
cubanos a reparar sus viviendas, sin embargo, la medida no ha tenido el
éxito esperado por la escasez de materiales y los bajos sueldos que
rondan los 20 dólares al mes.
Diputados cubanos reconocieron el pasado martes en una sesión
extraordinaria que el Estado había logrado cumplir este año un 50 por
ciento de la meta establecida sobre el suministro de materiales de la
construcción.
La demanda podría crecer aún más ahora que los cubanos pueden
solicitar créditos en unas 500 entidades financieras para la adquisición
de materiales de construcción, de acuerdo a un nuevo decreto que entró
en vigor el martes y que podría suponer un importante paso previo a la
reforma del sistema bancario local.
El Gobierno de Castro aspira a que los cubanos puedan construir "por
esfuerzo propio" unas 23.000 viviendas el próximo año, pero para lograr
este objetivo el Estado deberá invertir unos 2.300 millones de pesos (66
millones de euros), "una cifra que casi duplica el plan que se tenía
para este año", advirtieron los parlamentarios.
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