Trabajadores estatales, con temor ante conversión en cuentapropistas
Agencias
La Habana 28-12-2011 - 11:50 am.
'Llevamos 50 años haciendo experimentos. ¿Qué garantía tengo de que éste
funcionará?', dice un reparador de televisores y radios.
Muchos trabajadores de servicios han recibido con temor la decisión de
Raúl Castro de separar sus oficios del sector estatal y convertirlos en
cuentapropistas, reporta la AFP.
"Nos va a ir mal. Este taller ha funcionado durante años con las piezas
y herramientas que nos da el Estado. ¿De dónde las vamos a sacar
ahora?", dijo a la AFP Juan García (de 52 años), mientras reparaba este
martes una olla de presión, en el taller estatal Vostok, en la calle San
Lázaro de La Habana.
Los nuevos trabajadores por cuenta propia, parte de un programa que
comenzó en forma experimental con las barberías y peluquerías en abril
de 2010, tendrán que alquilar al Estado —que conservará la propiedad—
los locales y medios de trabajo que utilizan actualmente, según las
disposiciones publicadas el lunes en la Gaceta Oficial.
La medida, que entrará en vigor el 1 de enero y se aplicará inicialmente
en seis de las 15 provincias de Cuba, incluida La Habana, establece que
podrán firmar contratos de arriendo de los locales "hasta por 10 años",
prorrogables.
Los nuevos negocios privados fijarán el precio de sus servicios y serán
exonerados del pago de alquiler "hasta un año" si costean la reparación
de los locales que, como el Vostok, tiene una sólida estructura, pero un
aspecto lúgubre.
García, con 20 años de experiencia como reparador de enseres menores,
dirigió el taller durante casi 10 años hasta que hace "unas semanas"
pasó ser un empleado más, pues "tras el arriendo no habrá jefe".
"Para arreglar esta olla china, tenemos que hacer maravillas, porque el
taller central generalmente nos da pocas piezas (de repuesto), pero
desde que se anunció lo del arrendamiento, ya no nos dan nada.
¿Entonces?", comentó García, resumiendo su gran preocupación.
A unos 20 metros del Vostok, que debe su nombre a los 30 años de
dependencia cubana de la antigua Unión Soviética, se encuentra el taller
estatal de reparación de calzado La Nueva, que entrará en arriendo el 3
de enero.
"No sé si me vaya mejor o peor, lo que sí sé es que me voy para mi
casa", dijo Lázara Guerra, de 56 años, 36 ellos en el oficio de
zapatera, y quien optó por no sumarse al nuevo sistema.
"¿Qué voy a hacer cuando se me rompa esta máquina? ¿Tendré que pagar el
arreglo?", añadió la mujer, mientras otro zapatero, que prefirió no
revelar su identidad, dijo estar contento, porque podrá "poner el precio
que quiera" a los clientes.
De su lado, para Miguel Vigoa (45), técnico de radio y televisión
también del Vostok, el programa de Raúl Castro de convertir empleados
estatales es "un experimento que puede salir bien o mal".
"Llevamos 50 años haciendo experimentos. ¿Qué garantía tengo de que éste
funcionará?", se preguntó Vigoa, que lamentó que "los de arriba" (sus
jefes) ya anunciaron a los empleados del taller que deberán devolver las
herramientas de trabajo que les suministraron hace cinco años.
Los empleados de las barberías y peluquerías estatales comenzaron a
pasar gradualmente el año pasado a un régimen especial experimental como
trabajadores privados, rentando los locales y equipos al Estado, pagando
además impuestos y una cuota de seguridad social.
Esta experiencia fue bien evaluada el viernes pasado por la Asamblea
Nacional, que también examinó la ampliación limitada del sector privado,
una de las principales medidas impulsadas por Raúl Castro y aprobadas en
abril por el VI Congreso del Partido Comunista para hacer eficiente el
agotado modelo económico de la Isla.
"Me va mejor, pero no mucho mejor" y "no tiene porque irle mal a ellos",
dijo el barbero Ramiro González, cuyo local, también en la calle San
Lázaro, entró este mes en la nueva modalidad.
http://www.ddcuba.com/cuba/8823-trabajadores-estatales-con-temor-ante-conversion-en-cuentapropistas
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